Él Nos Dio las Escrituras: Los Fundamentos de la Interpretación: Investigación de las Escrituras

INTRODUCCIÓN

En muchos sentidos, comprender la Biblia es como ir a una excavación arqueológica. Todos sabemos que los arqueólogos se dedican al estudio de cosas que vienen del pasado. Desentierran artefactos en sitios antiguos y hacen su mejor esfuerzo para reconstruir el significado de aquellos artefactos y su uso en aquellos tiempos. De una manera muy similar, la investigación de las Escrituras implica desenterrar algo que proviene del pasado la Biblia. Exploramos pasajes bíblicos que fueron escritos miles de años atrás y reconstruimos su significado en sus contextos históricos originales. La investigación de las Escrituras en su contexto antiguo es una base fundamental de la interpretación bíblica porque nos permite ver el significado infalible y confiable que el Espíritu Santo, y los autores humanos que el Espíritu inspiró, comunicaron cuando las Escrituras fueron escritas por primera vez.

Esta es la tercera lección en nuestra serie, Él Nos Dio las Escrituras: Los Fundamentos de la Interpretación, y la hemos titulado "Investigación de las Escrituras." En esta lección, nos enfocaremos en algunos conceptos que son importantes para explorar y descubrir el significado de las Escrituras.

Nuestra discusión sobre el proceso de esta lección llamada: Investigación de las Escrituras se dividirá en tres partes. Primero, definiremos el significado original, que es el objeto de nuestra investigación. Segundo, explicaremos la base teológica para centrarnos en el significado original de las Escrituras. Y tercero, observaremos la importancia de poner la atención apropiada al significado original. Comencemos con una definición de significado original.

SIGNIFICADO ORIGINAL

Todos hemos experimentado cuando alguien malentiende algo que hemos dicho o escrito, y usualmente decimos algo como: "¿Sabes? eso no fue lo que quise decir." No nos gusta cuando toman nuestras palabras y las usan de maneras que van en contra de lo que pretendimos en un principio. Y generalmente con unas pocas palabras de explicación se arreglan las cosas. Pero cuando se trata de averiguar el significado original de algo que fue dicho o escrito miles de años atrás, como las Escrituras, las cosas no son tan fáciles. Tenemos que ir mas despacio y hacernos algunas preguntas: ¿Qué queremos decir con el "significado original" de un pasaje bíblico?, ¿Por qué deberíamos estar interesados en eso?, ¿Por qué es importante para nosotros hoy?

Incontables debates académicos han causado estragos sobre cómo definir el significado original. Pero para los propósitos de esta serie, definiremos el significado original de un texto como:

Los conceptos, comportamientos y emociones que los escritores, divinos y humanos, conjuntamente pretendieron comunicar a su audiencia original.

Sin duda alguna, hay una serie de complejidades que esta definición plantea e iremos tratando con algunas de ellas a medida que avancemos.

Comencemos con la palabra "comunicar." La cual tomaremos en el sentido más amplio posible. Tanto el Espíritu Santo como los autores humanos de las Escrituras quisieron que sus libros bíblicos se comunicaran en muchos niveles. Desafortunadamente, tendemos a pensar en la comunicación primaria de las Escrituras en términos de los pensamientos o conceptos que los autores bíblicos quisieron comunicar a sus audiencias. Pero el significado de la Biblia es mucho más complejo que eso. Como algunos autores ilustran, las Escrituras se comunican en términos de la cabeza, las manos y el corazón. O poniéndolo en los términos que hemos usado en esta lección, se comunica en términos de conceptos, comportamientos y emociones. Los autores bíblicos, diseñaron las Escrituras para llamar la atención a sus propios conceptos, comportamientos y emociones, así como de otros mencionados en sus libros. Pero más que eso, los textos bíblicos también tenían la intención de impactar y cambiar los conceptos, comportamientos y emociones de sus audiencias. Como leemos en 2 Timoteo 3:16 y 17:

Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra. (2 Timoteo 3:16-17 [NIV])

El Espíritu Santo diseñó las Escrituras para llevar a cabo todas estas cosas y más en las vidas de los creyentes. Así que cuando decimos que nuestra investigación tiene el objetivo de descubrir el significado original, no estamos solamente tratando de encontrar lo que las palabras y las oraciones podrían haber significado en un sentido estricto intelectual de la palabra. Más bien, estamos buscando toda la gama de impacto que los autores intentaron tener en las vidas de sus primeras audiencias.

Al considerar el concepto de significado original, es útil pensar en términos de tres temas principales: el documento bíblico que estamos investigando, el escritor humano que el Espíritu Santo inspiró para escribir ese documento, y la audiencia a la que el escritor humano designó para ser el primer destinatario de ese documento.

El documento es importante porque es la verdadera palabra de Dios que fue enviada a la audiencia original. El escritor humano es importante porque, a través del proceso de inspiración orgánica, el documento refleja los pensamientos del autor, sus intenciones, sus sentimientos, sus habilidades literarias, etcétera, etcétera. Y la audiencia es importante porque tanto el Espíritu Santo como el autor humano elaboraron el documento de una manera que le habló a la audiencia en su propio contexto y circunstancias. Esto significa que cada texto bíblico fue históricamente "condicionado por" o "adaptado para", un tiempo en la historia y una situación que vivió la audiencia original del texto. Es cierto que los escritores humanos crean documentos que afectan a sus audiencias en maneras que nunca pretendieron.

Pero en el proceso de investigación, estamos especialmente interesados en cómo los escritores bíblicos pretendieron impactar a sus audiencias originales a través de sus documentos. Por lo tanto, la investigación del significado original de un pasaje bíblico implica explorar el texto como si este estuviera todavía dentro de las circunstancias históricas de su escritor y su audiencia original. Este tipo de exploración requiere mucha investigación, reflexión profunda y buena imaginación. En otras palabras, se requiere de un gran esfuerzo humano porque los documentos bíblicos ya no existen en su marco original.

Con este entendimiento del significado original en mente, abordaremos la base teológica que hay que enfatizar cuando estamos investigando las Escrituras.

BASE TEOLÓGICA

Hay una buena base teológica para enfatizar tres aspectos del significado original en nuestra investigación de las Escrituras. Primero, hablaremos de la base teológica dándole atención al escritor. Segundo, consideraremos la audiencia original. Y tercero, buscaremos la función del documento mismo. Comencemos con la base teológica que considera al escritor humano.

Escritor

En una lección anterior, mencionamos que la Biblia es orgánicamente inspirada por Dios. El Espíritu Santo escogió comunicar su palabra a través de las personalidades, experiencias, emociones y pensamiento de los escritores bíblicos humanos. Y hay varios lugares en la Biblia donde la importancia de los escritores humanos es explícitamente mencionada. Por ejemplo, escuchemos lo que Jesús dijo en Mateo 22:41 al 45:

Jesús les preguntó, diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David. El les dijo: ¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Señor, diciendo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo? (Mateo 22:41-45)

En este pasaje, Jesús se refirió a la autoría de David del Salmo 110. Y específicamente ligó su interpretación del salmo al hecho de que su autor humano fue David.

Jesús señaló que desde que David llamó al Cristo "Señor," el Cristo no pudo haber sido solamente el hijo de David. El Cristo tuvo que ser aun más grande que David. De hecho, el argumento de Jesús sólo tiene sentido si consideramos el hecho de que David escribió este salmo. Y al igual que Jesús hizo aquí, toda interpretación responsable reconoce la importancia de los escritores humanos de los libros bíblicos.

Uno de los placeres de leer y estudiar la Biblia es llegar a conocer más profundamente a los hombres que la escribieron. Y generalmente esto tiene una manera de iluminar las Escrituras, dándonos un entendimiento más profundo. Hay todo tipo de ejemplos de esto. Pienso, por ejemplo, en el ministerio de Jeremías, el profeta de las lamentaciones y el entender por lo que él pasó, cuando profetizó juicio contra el pueblo de Dios en Jerusalén y luego, experimentó el juicio de Dios cayendo sobre la ciudad y después lamentó el desastre que había sobrevenido a la ciudad. Todo esto da un entendimiento más profundo y abundante de todo el libro de Jeremías. O pensar en lo que sabemos del apóstol Pablo y lo útil que es leer sus epístolas en el contexto de las historias que se cuentan acerca de su ministerio en el libro de los Hechos. La Biblia refuerza su significado ayudándonos a entender la vida y experiencia de los autores bíblicos, y establece su enseñanza en el contexto adecuado. [Dr. Philip Ryken]

Enfocarnos en el escritor humano nos ayuda a entender muchas características de las Escrituras. Como otro ejemplo, consideremos las diferentes maneras en las que 2 Samuel y 1 Crónicas cuentan la historia del reinado de David. 2 Samuel dedica nueve capítulos al pecado de David con Betsabé y la rebelión de Absalón que siguió del pecado de David. Pero 1 Crónicas no cuenta en ninguna parte estas historias. Ni siquiera menciona los nombres de Betsabé y Absalón, excepto en la genealogía de David. ¿Por qué el cronista omitió tan importantes eventos de la vida de David? La respuesta tiene que ver con las circunstancias históricas y las intenciones de los escritores humanos de Samuel y Crónicas. El autor del libro de Samuel estaba preocupado por mostrar que la línea Davídica era la elección de Dios para Israel a pesar de las deficiencias de David, así que contar la historia de cómo David respondió a su pecado era fundamental para el propósito narrativo del autor. Pero el autor de Crónicas estaba escribiendo una historia de Israel muy condensada para una audiencia que regresaba del exilio. Él no contradice a Samuel, sino que sólo registró las partes de la vida de David que convenían a sus propósitos narrativos, que iban a enseñar al liderazgo que regresaba, de que forma los reyes Davídicos deberían de reinar en Israel.

Hoy en día tenemos a nuestra disposición una gran cantidad de información de cuando los libros bíblicos fueron escritos, en términos de sus autores y de su audiencia. Esa información puede ser muy útil, para ayudarnos a tener una sabia y apropiada lectura y aplicación del texto, para que no digamos algo que el autor nunca pretendió decir o que la audiencia original nunca escuchó. Al mismo tiempo, creo que ese tipo de información, esos antecedentes acerca del autor bíblico y de la audiencia bíblica, son lo que yo describo como "un buen siervo pero un mal amo." Nos ayudaría mucho cuando interpretamos la Biblia, pero si hacemos de eso el camino principal o la avenida principal a través de la cual entendemos lo que la Biblia está diciendo, creo que a menudo limitaremos a nuestro entendimiento y malinterpretaremos algunos pasajes. Esta información es útil, pero no hagamos de ella nuestro principal enfoque al principio o al final de nuestro estudio de las Escrituras. [Dr. Jonathan T. Pennington]

Hay un gran valor en conocer el contexto original del escritor para entender una parte particular de las Escrituras. Es importante recordar que: la autoridad de las Escrituras está en escrito, no en nuestra imaginación o reconstrucción de los antecedentes del autor. Cuando recordemos que sus palabras son verdaderas, aun y cuando no entendamos los antecedentes del escritor, eso es importante. ¿Y si entendemos algo más del contexto del escritor y de su personalidad? eso nos ayudaría a hacer conexiones imaginativas con ellos. Podemos imaginar a Pablo en la prisión y podemos hacer conexiones intuitivas e imaginativas con ellos. Eso hará que las Escrituras sean tridimensionales, no sólo de dos dimensiones. [Dr. Peter Walker]

En pasajes como los que hemos mencionado, las Escrituras demuestran cuán importante es para nosotros enfocarnos no sólo en Dios como el último autor de las Escrituras, sino también en los escritores humanos que Él inspiró. Y eso significa que tenemos que aprender lo más que podamos acerca de las situaciones, personalidades, experiencias, habilidades e intenciones de estos escritores.

Habiendo visto la base teológica para enfatizar al escritor humano de un documento bíblico, vayamos al segundo aspecto importante de nuestra investigación del significado original: la audiencia original o receptores de ese documento.

Audiencia

¿Alguna vez hemos notado que a través de la historia bíblica Dios dio su Palabra a su pueblo en maneras que adaptan sus circunstancias históricas? Imaginemos si Dios le hubiera dado al antiguo Israel una versión computarizada de los diez mandamientos. O ¿Qué si Dios hubiera dado las Escrituras del Nuevo Testamento a la iglesia primitiva en un francés moderno o mandarín? Estos escenarios no tienen sentido porque las audiencias originales de las Escrituras no habrían entendido lo que Dios les estaba diciendo. Y por supuesto, eso no fue lo que Dios hizo en absoluto. Él escribió los diez mandamientos en piedras. Él dirigió a los apóstoles de Cristo y a los profetas a escribir en griego. De hecho, a través de la historia bíblica, en un grado o en otro, Dios siempre adaptó su revelación para su audiencia original para que ellos pudieran entender. Acomodación divina es la idea de que:

Dios diseñó su revelación para ser entendida por su primera audiencia original.

Él adaptó las palabras e ideas de las Escrituras para la cultura, tecnología, estructura social e incluso las experiencias religiosas de su primera audiencia original, para que ellos pudieran entender lo que él estaba diciendo.

Es útil pensar en la acomodación divina en términos de un espectro de adaptación cuyos límites se extienden desde lo general hasta lo específico. En un extremo del espectro, cada parte de las Escrituras fue escrita para adaptarse a la condición humana universal. Por esto queremos decir, que cada vez que Dios se reveló a los seres humanos, él lo hizo de maneras que eran aplicables, de una manera u otra, a cada ser humano a través de la historia.

Escuchemos la manera en la que Juan Calvino describió los aspectos generales de esta acomodación en su obra Institución de la Religión Cristiana, Libro 1, Capítulo 13, Sección 1:

Pues, ¿qué hombre con un poco de entendimiento no comprende que Dios, por así decirlo, balbucea al hablar con nosotros, como las nodrizas con sus niños para igualarse a ellos? Por lo tanto, tales maneras de hablar no manifiestan en absoluto cómo es Dios en sí, sino que se acomodan a nuestra rudeza, para darnos algún conocimiento de Él.

Como señaló Calvino, la mente de Dios es tan superior a nuestra mente que tiene que hablarnos como la nodriza le habla a un niño. Ya que Dios es tan superlativamente más grande que nosotros, él tiene que inclinarse muy bajo para que podamos entenderle.

Vemos este tipo de acomodación universal a través de las Escrituras. Esto aparece más dramáticamente en antropomorfismos — las veces en las que Dios habla en las Escrituras, y se comporta o se muestra de maneras que parece casi humano. Dios habla un lenguaje humano; se entristece; cambia sus intenciones; hace preguntas. Estas y un sin número de otras características de la revelación divina fueron diseñadas para satisfacer nuestras limitaciones humanas generales.

En la mitad del espectro de la acomodación divina, Dios también ajusta su revelación a las expectativas culturales. Por ejemplo, se reveló a sí mismo en el antiguo Cercano Oriente. Y en este contexto cultural, estableció pactos que se parecían a los tratados internacionales del antiguo Cercano Oriente. En cuanto al lenguaje, Dios se reveló a sí mismo a través de los lenguajes específicos de su audiencia original, como el hebreo y arameo en el Antiguo Testamento para la nación de Israel, y el griego para la iglesia internacional del Nuevo Testamento. La revelación divina en la Biblia tomó en cuenta estos tipos de circunstancias culturales de las audiencias originales de las Escrituras. Escuchemos a Mateo 19:8, como un ejemplo de acomodación a las expectativas culturales:

Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así.

En los versículos anteriores, Jesús había dicho que Dios ordenó el matrimonio en la creación, y que el divorcio no era parte del matrimonio ideal. Luego explicó que Moisés permitió el divorcio en Deuteronomio 24:1 al 4 sólo por la dureza del corazón pecaminoso de Israel.

En Deuteronomio 24, Moisés dio una legislación que exigía que un certificado de divorcio se le debía dar a una mujer repudiada. Algunos fariseos en los días de Jesús habían usado este pasaje para justificar el divorcio por cualquier motivo, siempre y cuando se le diera un certificado de divorcio. Pero notemos como Jesús acomodó o adaptó la palabra de Dios con la audiencia original. Él dijo que Dios dio esta ley "por la dureza de sus corazones." Sobre esta base, Jesús sostuvo que Moisés simplemente permitió el divorcio como una acomodación o adaptación a su audiencia original, la nación de Israel. El divorcio no era ideal y ni si quiera era aceptable. Pero a la luz del espíritu obstinado e imperdonable de Israel, Dios había mandado certificados de divorcio como una manera de minimizar el daño hecho por su pecado.

En este ejemplo, se indica lo importante que puede ser investigar la audiencia original del pasaje bíblico. La corrección de Jesús de esta práctica farisea descansó en la acomodación divina de la ley de Moisés a la audiencia original de las Escrituras.

En el otro extremo del espectro, Dios también acomodó o adaptó su revelación a los individuos, tales como personas específicas con las que Él habló. Él tomó en cuenta las fortalezas y las debilidades, los logros y los fracasos de determinados grupos de personas, e inclusive algunas veces de individuos específicos.

Por ejemplo, en el Nuevo Testamento tenemos muchas cartas que están dirigidas a una u otra iglesia específica. Y dentro de estas cartas, en lugares como Colosenses 3, encontramos enseñanzas que son dadas a grupos más pequeños en esas iglesias, como a los padres, a los hijos, a los esclavos y a los amos. Y algunas de las cartas de Pablo, como Filemón, 1 y 2 Timoteo, y Tito, fueron realmente escritas a una persona específica. De varias maneras, el Espíritu Santo formó estas revelaciones bíblicas para satisfacer las necesidades de su audiencia original. Así que, para entender las revelaciones correctamente, tenemos que aprender tanto como podamos acerca de estas audiencias originales.

Es importante para nosotros entender el contexto de los lectores iniciales cuando los escritores bíblicos estaban escribiendo a una audiencia en particular. Eso es muy, muy importante. Por ejemplo, cuando tomamos el libro de los Hebreos, el escritor — a quien no conocemos — estaba escribiendo para un grupo disperso de judíos cristianos, que estaban siendo perseguidos. Quienes habrían tenido toda tentación para regresar al judaísmo, porque bajo el judaísmo ellos tendrían cierto nivel de protección. Así que cuando las personas venían a perseguirlos, ellos tendrían toda tentación de abandonar su fe cristiana. Por lo tanto lo que el escritor está haciendo es entender ese contexto histórico, entendiendo a los lectores, tratando de animarlos acerca de la supremacía de la persona de Jesucristo sobre todos los otros individuos y sistemas en el Antiguo Testamento. [Dr. Stephen Um]

Dios se reveló a una audiencia original, a personas en un lugar específico, en un tiempo específico. Este es uno de los aspectos notables de la Biblia. No es simplemente una colección de prescripciones divinas. Dios estaba hablando a una gente en particular en un contexto particular, y cuando conocemos como ellos entendieron lo que estaban escuchando de parte de Dios, lo que estaban recibiendo de parte de Dios, eso nos ayuda a saber cuáles son los límites de nuestro propio entendimiento. Si estamos entendiendo la Biblia de alguna manera muy diferente de lo que los lectores originales la entendieron, ahí hay algo mal. Sin duda, nuestro propio contexto hará una diferencia, pero tiene que ser entendido a la luz de su contexto, y entonces sabremos cuales pueden ser son los límites probables de la interpretación. [Dr. John Oswalt]

Hasta ahora en nuestra discusión de la base teológica para como enfocar nuestras investigaciones en el significado original de las Escrituras, hemos considerado la importancia del escritor y de la audiencia original. Así que en este punto, estamos listos para enfocarnos en el documento bíblico mismo.

Documento

Debería ser obvio que si queremos saber el significado original de un pasaje bíblico, tenemos que observar el pasaje mismo. Para muchos, significa que simplemente leemos nuestras traducciones contemporáneas. Estas traducciones modernas no son infalibles, pero representan uno de los ministerios de enseñanza más importantes de la iglesia. Y mientras tenemos cuidado de no depender demasiado de una determinada palabra o frase que puede ser diferente en una traducción u otra, podemos aprender mucho de las traducciones que utilizamos. Pero, debemos hacer todo lo que podamos para captar el significado original de los pasajes bíblicos — lo que el Espíritu de Dios y los escritores que él inspiró pretendían. Por lo tanto cuando Dios nos da la oportunidad, debemos también familiarizarnos lo más posible con el lenguaje original de las Escrituras: hebreo y arameo en el Antiguo Testamento y griego en el Nuevo Testamento. Ahora pocos de nosotros nos convertiremos en expertos en estos lenguajes, pero entre más conozcamos acerca de ellos, más capacitados estaremos para entender el significado original de las Escrituras.

La base teológica para enfatizar el documento bíblico, en nuestra investigación puede ser encontrada principalmente en dos doctrinas importantes: la doctrina de la inspiración orgánica, y la doctrina de la acomodación divina. Veamos cómo cada una de estas doctrinas apunta a la importancia del documento bíblico comenzando con la doctrina de la inspiración orgánica

Inspiración Orgánica

La doctrina de la inspiración orgánica enseña que el Espíritu Santo inspiró a los autores humanos para escribir las Escrituras. Pero no dice que cada copia hecha de ese documento será perfecta, o que cada traducción a partir de ese documento será perfecta. De hecho, en lugares como Jeremías 8:8, las Escrituras mismas dicen que las copias de los documentos bíblicos pueden contener errores. Y todos hemos visto que las diferentes traducciones de los documentos bíblicos pueden variar enormemente.

Debido a que la doctrina de la inspiración orgánica se extiende sólo a los textos originales de las Escrituras, sólo esos documentos tienen la completa autoridad de Dios mismo. Los cambios que han tomado lugar en estos textos, y que han sido copiados a lo largo de los siglos no son inspiradas por Dios, como tampoco lo son las traducciones de los textos. Así que, con el fin de aumentar nuestra confianza de que hemos entendido correctamente el significado original de las Escrituras, tenemos que hacer todo lo posible para encontrar y estudiar los escritos que Dios realmente inspiró.

Por supuesto, en nuestros días estamos algo alejados de los documentos originales de las Escrituras, porque ya no están disponibles. No existen en algún santuario o museo. Sólo tenemos copias de textos y traducciones. Y la autoridad de estas copias y traducciones siempre depende, de lo bien que representan a los documentos originales que los escritores bíblicos escribieron bajo la inspiración del Espíritu.

Este hecho es planteado a menudo por los opositores de la fe cristiana como una razón para rechazar la autoridad de las Escrituras por completo. Los secularistas argumentan que no podemos saber lo que los textos originales de las Escrituras decían, mucho menos seguirlos. Los musulmanes argumentan con frecuencia que el Corán ha sido perfectamente conservado por Alá, por lo tanto, confían en el Corán más que en la Biblia. Estos problemas surgen con tanta frecuencia que debemos hacer una pausa para ofrecer una explicación.

En primer lugar, una de las cosas más importantes para los seguidores de Cristo que debemos recordar, es que los documentos originales del Antiguo Testamento no existían en los días de Jesús. Versiones hebreas ligeramente diferentes de los libros del Antiguo Testamento, existían en ese momento. Y también hubo versiones arameas, así como varias versiones de la Septuaginta, la traducción griega del Antiguo Testamento. Pero Jesús y sus apóstoles aún creían que las Escrituras que tenían eran de confianza y adecuadas para guiar al pueblo de Dios. Del mismo modo, la iglesia primitiva utilizó varias copias de los documentos originales del Nuevo Testamento porque también creían que las copias fidedignas eran totalmente suficientes para dirigir al pueblo de Dios.

En segundo lugar, los cristianos modernos tienen la ventaja de muchas décadas de investigación académica dedicada al estudio y la comparación de las copias antiguas de las Escrituras. Estos estudios han confirmado una y otra vez que los textos hebreos y griegos de la Biblia son mucho más confiables que los textos que tenemos de la mayoría de los otros escritos antiguos. En su providencia, Dios ha preservado las Escrituras de maneras notables. Por esta razón, las Biblias que tenemos hoy son más que adecuadas para dirigir la iglesia de Cristo, si la interpretamos con cuidado.

Al transcribir libros de historia antigua, deben ser copiados a mano, letra por letra y palabra por palabra. Cuando eso sucede hay variaciones naturales de los escribas que se escapan como: faltas de ortografía, palabras excluidas, cambios de orden en las palabras, y etc. Esto es inevitable si la Biblia se va a trasmitir a través de la historia. Pero, ¿Son esos cambios tan importantes y significativos? como para preguntarnos si tenemos las palabras originales de las Escrituras? Para saber esto, podemos observar a los manuscritos restantes y compararlos, y podremos ver cuántos cambios se han dado a través del tiempo. Y la buena noticia es que tenemos muchos manuscritos de la Biblia que pueden ser comparados, podemos ver cómo se han desarrollado con el tiempo, y podemos observar y lo que el texto original en realidad era. Esto nos da confianza de que las palabras que tenemos hoy, son las que fueron originalmente escritas. Aunque, los escribas alteraron los textos en algunas ocasiones no de una manera tal que no podamos recobrar el texto de manera completamente fiel. [Dr. Michael J. Kruger]

La Biblia ha sido copiada a mano siglo tras siglo tras siglo. Todas las copias de la Biblia hasta el año 1454 fueron hechas a mano. La respuesta corta a que si la Biblia ha sido corrompida a través del tiempo es: claro que sí. Pero la respuesta larga dice cómo ha sido corrompida y cuanto ha sido corrompida. Cuando se trata de este tipo de cuestiones, depende de libro por libro, pero una de las cosas más sorprendentes acerca de copiar las Escrituras es que no hay una sencilla doctrina esencial que alguna vez se haya puesto en peligro por alguna de estas variantes textuales. Es un hecho sorprendente que, alguien detrás de escena está preservando el texto para nosotros. Pero una vez más, no hay una creencia esencial que ha sido considerada una creencia cardinal de la fe cristiana que esté siendo impactada por alguna de estas variantes. [Dr. Daniel B. Wallace]

Aun así, ya que las traducciones modernas son imperfectas, debemos estar abiertos a mejorarlas como garantía de la investigación. Por otra parte, nunca debemos permitir que nuestras interpretaciones de las Escrituras dependan demasiado en torno a una frase, la elección de una palabra en particular, o algún otro objeto pequeño que aparezca en sólo unos pocos manuscritos antiguos o en una traducción particular de las Escrituras. Necesitamos trabajar duro para confirmar nuestras interpretaciones de porciones particulares de textos con muchas otras partes de las Escrituras.

Con esta comprensión de la inspiración orgánica, vayamos a la segunda base teológica para enfatizar los documentos bíblicos en nuestra investigación de las Escrituras, llamada, la doctrina de la acomodación divina.

Acomodación Divina

La doctrina de la acomodación implica que todo en las Escrituras — incluyendo cosas como sus palabras, gramática, y estilo literario — surgen de las normas culturales y lingüísticas de sus días. Así que, si ponemos especial atención a las formas en las que las Escrituras reflejan estas normas, estaremos en más posibilidad de interpretarlas correctamente. Como un ejemplo, escuchemos este relato de Juan 20:16:

— María — le dijo Jesús. Ella se volvió y exclamó: — ¡Raboni! (que en arameo significa: Maestro. [NVI])

Prestemos especial atención a las palabras en paréntesis. Este texto fue escrito en griego, pero cuando Juan citó a María, él no usó la palabra griega para "maestro" el usó la palabra aramea, y entonces dio su traducción.

Juan primero se refirió a las palabras de María con el término raboni, que fue la palabra original que María dijo a Jesús. Pero Juan aparentemente creyó que un número importante de sus primeros lectores no conocían el arameo. Así que, el adaptó el texto para ellos ofreciéndoles una traducción que ellos podían entender: la palabra griega didaskalos. Al usar primero la palabra raboni, Juan creó un momento de duda que acentúa el dramatismo de la respuesta de María. El texto de Juan permite a sus lectores imaginar el sonido real del grito gozoso de María, que ayuda al lector apreciar el gozo de María en el salvador resucitado.

Normas literarias como estas demuestran la importancia de la acomodación en los documentos originales de las Escrituras, y nos animan a enfocarnos en cuestiones similares en nuestra investigación del significado original.

Cuando leemos la Biblia, se hace evidente que los escritores hicieron lo posible para ayudar a sus lectores originales a entender lo que se estaba diciendo. Los escritores de los evangelios podían traducir palabras del arameo o del hebreo para beneficio de sus primeros lectores. Algunos lugares serán señalados en relación a otras localidades para que puedan orientarse dentro de la geografía en la que fueron escritos. Hay todo tipo de maneras en las que es evidente que los escritores pensaron que los lectores originales necesitaban ayuda en la comprensión del texto así que ellos pondrían en sus manos, las herramientas que necesitaban para leer la Biblia apropiadamente. [Dr. Simon Vibert]

Todo tiene un contexto cultural si es humano. No hay manera de hacer frente a los humanos sin un lenguaje y una cultura humana. Así que cuando Dios nos da su mensaje, él lo da de una manera que podemos entender. Cuando está en palabras, como las Escrituras, va a ser en un lenguaje específico. Y también, viene a nosotros en formas concretas de las culturas en las que nos fueron dadas. Ahora, algunas cosas son claramente transculturales. Es decir. "no cometerás adulterio" es lo mismo en todas las culturas. Pero, también hay cosas en las Escrituras como la construcción de un pretil alrededor del techo, o una cerca alrededor de la azotea, así tu vecino no caerá de la azotea y tú no serás culpable de sangre. Bueno en mi vecindario no tenemos techos planos. Normalmente nuestros vecinos no se suben a la azotea, así que la cerca alrededor del techo no es el problema. Pero el principio aquí puede ser aplicado en todas las culturas, y éste es que debemos tener cuidado de la seguridad de nuestro vecino, somos el guardián de nuestros hermanos y hermanas. No todas las Escrituras son para todas las circunstancias. Son para todo tiempo, pero no para todas las circunstancias. Necesitamos averiguar cuáles son las circunstancias, y necesitamos averiguar cómo aplicarlas concretamente en esas situaciones diferentes, porque esa es la forma en la que Dios nos las dio. [Dr. Craig S. Keener]

Como hemos visto, las mismas Escrituras proveen una fuerte base teológica para poner atención al escritor, al documento y a la audiencia de cada pasaje bíblico. Ahora. poner atención a las tres guías del significado original, requiere mucho trabajo. Pero entre más sabemos acerca del escritor, el documento y la audiencia original del pasaje bíblico, más capaces seremos de explorar su significado original. Y entre más entendimiento adquirimos del significado original, más capaces seremos de aplicar las Escrituras a nuestras vidas hoy en día.

Ahora que hemos visto lo que es el significado original y hemos explorado su base teológica, observemos la importancia de enfocarnos en el significado original en nuestra investigación de las Escrituras.

IMPORTANCIA

Consideraremos la importancia de la investigación adecuada en dos maneras. Primero, observaremos el significado de este proceso a través de la historia de la iglesia, especialmente durante la Reforma Protestante. Y segundo, abordaremos algunos desafíos en la iglesia moderna que le han quitado importancia a la investigación del significado original. Comencemos con una rápida mirada a la historia de la iglesia.

Historia de la Iglesia

Perseguir el significado original no es un nuevo énfasis moderno de interpretación bíblica. Es verdad que en ciertos momentos la iglesia cristiana abogó bastante por elaborados sistemas hermenéuticos que estaban bastante menos preocupados con el significado original de lo que estamos hoy en día. Aún así, a través de la historia del cristianismo, los teólogos han insistido que perseguir el significado original de las Escrituras es una parte esencial de la interpretación bíblica.

Una de las preocupaciones de la iglesia primitiva era preservar el significado original de las Escrituras contra los crecientes desafíos de los grupos heréticos que torcían su significado para satisfacer sus propios propósitos. Muchos de los primeros escritores en la historia de la iglesia trabajaron duro para preservar el mensaje original de los libros bíblicos porque sólo el mensaje original tenía autoridad.

Por ejemplo, el padre de la iglesia primitiva Ireneo, quien vivió alrededor de los años 130 al 202 d. C., condenó las falsas interpretaciones de los escritos de Pablo en su obra: "Contra las Herejías," Libro 3, Capítulo 7, Sección 1. Escuchemos lo que Ireneo dijo ahí:

Nos atacan abiertamente con lo que dijo Pablo en la segunda Carta a los Corintios: "En los cuales el Dios de este mundo cegó las mentes de los incrédulos." Arguyen: uno es el Dios de este mundo, y otro "el que está por sobre toda Dominación, Principado y Potestad." …aquellos… ni siquiera saben leer lo que Pablo ha escrito.

Ireneo estaba refutando a los maestros gnósticos quienes creían que Jesús vino de un dios mayor que el Dios creador del Antiguo Testamento. Estos falsos maestros creían que 2 Corintios 4:4 enseñaba que en el Antiguo Testamento el "dios de este mundo" cegó a las personas la posibilidad de ver a este Dios mayor del Nuevo Testamento, quien está "por sobre toda dominación, principado y potestad." Ireneo dedicó este capítulo de su libro a demostrar que estos intérpretes gnósticos no sabían cómo leer a Pablo porque estaban perdiendo el significado original de Pablo.

Durante la Edad Media en Europa, hubo algunos casos extremos en los cuales las Escrituras fueron vistas principalmente con el contexto de la tradición de la iglesia. Pero también hubo una fuerte creencia en el valor del significado original o sensus literalis, como era llamado generalmente.

Por ejemplo, el famoso teólogo Tomas de Aquino argumentó en su obra: "Suma Teológica," Parte 1, pregunta 1, artículo 10 que la sensus literalis era el fundamento de todos los otros significados que puede decirse que tiene un texto.

En este sentido, nada en la Escritura se presta a confusión, puesto que todos los sentidos parten de uno, el literal. Sólo del sentido literal puede partir el argumento, no del alegórico.

Como esté pasaje claramente lo indica, Aquino creía que hay muchos sentidos para las Escrituras, pero él insistió en que "todos los sentidos parten de uno, el literal" y que "sólo del sentido literal" "puede partir" cualquier argumento o interpretación en la iglesia.

Más tarde, durante el Renacimiento Europeo de los siglos catorce al diecisiete, el control de las iglesias sobre la interpretación de la literatura comenzó a decaer. Como resultado, el énfasis de la interpretación conforme a la tradición de la iglesia existente comenzó a debilitarse, y el énfasis en el significado original de las Escrituras comenzó a aumentar. Durante este período, un número de antiguos textos clásicos en griego y latín comenzaron a circular alrededor de Europa en sus idiomas originales. Y los académicos que estudiaron estos textos se centraron en sus lenguajes y escenarios originales. Por otra parte, ellos basaron sus interpretaciones de estos textos en el significado original en vez de en la autoridad y tradición de la iglesia.

Este cambio sentó las bases de gran parte de la hermenéutica que tuvo lugar durante la Reforma Protestante en los siglos quince y dieciséis.

Académicos como Martín Lutero y Juan Calvino se dedicaron ellos mismos a la investigación de las Escrituras en su lenguaje original y en sus contextos históricos. Ellos creían que conociendo el significado original de las Escrituras los capacitaba para mantener la Biblia como su única autoridad absoluta, incluso por encima de la teología de Roma. Entre los académicos evangélicos, este punto de vista de la interpretación de las Escrituras vino a ser llamado el "Método Gramático-Histórico." Este método está atestiguado en las Escrituras, fue importante a través de la historia de la iglesia y ha sido la perspectiva dominante para el estudio de las Escrituras desde el tiempo de la Reforma.

En la Edad Media, las Escrituras eran el libro de toda la sociedad. Todas las personas instruidas pasaron gran parte de su tiempo estudiando las Escrituras, y tenían un gran rol en la sociedad como también en la iglesia, por supuesto. Y en ese estudiar de las Escrituras, ellos desarrollaron, durante la Edad Media, una forma un tanto elaborada de leer las Escrituras centrada en muchos puntos diferentes del texto. El significado original de las Escrituras, si nos referimos a la intención del autor histórico, era sin duda una parte muy importante del método interpretativo de la Edad Media. Sin embargo, este fue visto como un medio para un fin mayor. A diferencia de gran parte de la interpretación, la intención del autor o el significado original era visto como la base para una buena lectura, pero había algo que parecía ser más importante que el significado original. Esto era la Cristológica, el enfoque en Cristo, o la escatológica o el enfoque en los tiempos finales o la lectura Cristológica final de la Biblia. Y así la intención del autor importaba pero no era vista como el final del juego. Era vista como un medio para un fin. [Dr. Jonathan T. Pennington]

Hacer la pregunta acerca de la relación entre el significado original y la tradición de la iglesia en la Edad Media es algo que probablemente haría que un intérprete medieval nos observara extrañamente, porque en el período medieval ellos estaban profundamente preocupados por el significado de las Escrituras. Se acercaban a la Biblia con una convicción básica de que la tradición de la iglesia era la enseñanza de la Biblia. Ahora, es fácil para nosotros como protestantes del siglo veintiuno burlarnos de eso, pero no estamos inmunes a eso. Hay muchos de nosotros que andan por ahí y que dicen que la enseñanza de Juan Calvino es la enseñanza de las Escrituras, o la de Juan Wesley, o la de Martín Lutero, o la de quien sea. Entonces, lo que estaba pasando en la Edad Media es que ellos estaban abordando la interpretación de las Escrituras basándose en la dinámica de la regla de la fe. La pregunta que los intérpretes medievales se preguntaban era, "¿Cómo la fe trasmitida por los apóstoles emerge para nosotros a través de los detalles de este pasaje? [Dr. Carey Vinzant]

Ahora que hemos visto que la investigación del significado original de los textos bíblicos ha sido importante a través de la historia de la iglesia, consideremos algunos de los retos de esta idea que han surgido en la iglesia moderna.

Iglesia Moderna

Vivimos en días cuando la importancia del significado original de cualquier texto, no sólo de la Biblia, están siendo cuestionados en una variedad de formas. Como ya hemos observado, en el pasado, muchos intérpretes hablaron de muchos significados para cada pasaje bíblico porque ellos creían que la Biblia vino de Dios, cuya mente está mucho más allá de nuestra comprensión. Pero en el mundo moderno, el valor del significado original de la Biblia o el significado original de cualquier literatura ha sido cuestionado no por causa de Dios sino por la naturaleza de la comunicación humana.

A principios del siglo veinte, las escuelas modernas de la crítica literaria comenzaron a menospreciar el significado original. Las primeras de estas escuelas generalmente argumentaban que los autores y la audiencia original de las Escrituras eran en gran parte desconocidos. Historiadores dijeron que los escritores y las audiencias no podían ser identificados con certeza. Antropólogos enfatizaron que no podemos aplicar inferencias de las culturas modernas a las culturas antiguas. Psicólogos sugirieron que los lectores modernos no pueden discernir confiablemente las intenciones de los antiguos escritores. Y los Filósofos argumentaron que todo el conocimiento humano es tan subjetivo que nunca podremos realmente saber lo que los escritores estaban pensando.

A mediados del siglo veinte, la frustración con la identificación de los antiguos escritores y audiencias dirigió a muchos intérpretes a ignorarlos a todos y a centrarse por completo en el texto. Nuevos críticos trataron de leer textos sin ningún contexto histórico. Los estructuralistas encontraron significado en las elecciones de las palabras de un documento en relación a todas las otras elecciones potenciales en el sistema lingüístico.

Y los lectores críticos buscaron significado en las respuestas que los lectores contemporáneos tenían al texto.

En las últimas décadas del siglo veinte, los críticos literarios fueron muy lejos al decir que el significado del texto en sí es incognoscible — o peor aún, malvado. Algunos post-estructuralistas se negaron a seguir a los escritores antiguos para imponer sus ideas sobre los lectores modernos. Ellos animaron a los lectores a "deconstruir" textos antiguos enfocándose en aparentes contradicciones y ambigüedades con el fin de hacer que los textos parecieran incomprensibles. Y muchos académicos críticos desestimaron a los antiguos autores y animaron a los lectores modernos a cambiar las palabras de las Escrituras para adaptarlas a sus propios propósitos.

Por extraño que pueda parecer, en realidad es posible obtener mucha información útil a partir de los académicos críticos que cuestionaron el valor de descubrir el significado original de las Escrituras. Pero en general, es sabio recordar las lecciones de la Reforma. La única manera de evitar la tiranía hermenéutica, la tiranía de los intérpretes humanos, es viendo los pasajes bíblicos en el contexto histórico en el que el Espíritu Santo primeramente los inspiró. Ésta es la única manera de asegurar la autoridad de la Biblia en contra de individuos, movimientos culturales, iglesias y otros quienes frecuentemente usan las Escrituras para sus propios propósitos y proclaman tener el apoyo de las Escrituras simplemente para ejercer su propia autoridad sobre las vidas de otros. Los reformadores vieron que la única manera de evitar la tiranía hermenéutica de las autoridades de la iglesia era viendo a la Biblia en el contexto histórico en el que el Espíritu Santo la inspiró. De la misma manera, la única manera de asegurar la autoridad de la Biblia en contra de la tiranía hermenéutica de los individuos contemporáneos, movimientos políticos, iglesias y otros poderes, es persiguiendo el significado original de la Biblia.

CONCLUSIÓN

En esta lección sobre la investigación de las Escrituras, definimos el significado original de las Escrituras como el objeto de nuestra investigación. Explicamos la base teológica para enfocarnos en el significado original. Y buscamos la importancia de poner especial atención al significado original.

Como hemos visto a través de esta lección, muchos aspectos de la interpretación bíblica son como una excavación arqueológica. Investigamos las Escrituras en su contexto histórico antiguo para discernir su significado original — las maneras en las que el Espíritu Santo y sus autores inspirados pretendieron impactar los conceptos, comportamientos y emociones de sus audiencias originales. Hacer nuestro mejor esfuerzo para comprender el significado original de cada texto bíblico, es fundamental para la interpretación porque el significado original lleva la autoridad de Dios mismo a todo su pueblo a través de la historia. Y por esta razón, debemos estar siempre preparados para mejorar nuestro entendimiento del significado original de cada pasaje, y así podemos asegurar que cada aplicación moderna, la hacemos de acuerdo con su significado original autoritativo.