Recientemente compré un escritorio que necesitaba ser ensamblado. Y al abrir la caja una avalancha de piezas cayeron sobre el piso. Había tantas piezas que me imaginé que me iba a tomar mucho tiempo resolver esto. Pero escondido entre las partes estaba un manual de instrucciones. Así que me senté y comencé a leer.
Las primeras dos páginas se dedicaron al paso uno. Las siguientes páginas al paso dos, le siguió el paso tres. Mientras leía el manual me sentí aliviado de encontrar que el largo proceso de armar el escritorio fue dividido en estos pasos separados.
Bueno, en muchos sentidos, lo mismo es cierto cuando tratamos de entender la larga historia de las Escrituras del Antiguo Testamento. Hay tanta información acerca de los actos y palabras de Dios, personas y lugares, que la tarea puede parecer abrumadora. Pero si tomamos un acercamiento sincrónico, si dividimos su historia en pasos separados y nos concentramos en cada paso hasta que podemos unir todos los puntos, encontraremos que la tarea es mucho más manejable y de mucho más beneficio.
Esta es la segunda lección en nuestra seria, Construyendo Una Teología Bíblica. Hemos titulado esta lección, Síntesis Sincrónica del Antiguo Testamento. En esta lección veremos cómo los teólogos bíblicos exploran lo que Dios ha revelado a su pueblo paso por paso en tiempos particulares en la historia del Antiguo Testamento.
En nuestras lecciones previas, vimos que históricamente, los cristianos han usado tres estrategias principales para entender las Escrituras: el análisis literario viendo a la Biblia como un retrato literario diseñado para transmitir ciertas perspectivas; el análisis temático viendo a la Biblia como un espejo que refleja nuestros puntos y preguntas tradicionales o contemporáneas; y el análisis histórico viendo a la Biblia como una ventana hacia los eventos históricos que esta reporta. También vimos que la teología bíblica se enfoca principalmente en el análisis histórico de las Escrituras, viendo especialmente las formas en las que Dios está involucrado en los eventos históricos reportados en la Biblia.
Por esta razón, decimos que: "teología bíblica" es una "reflexión teológica elaborada por el análisis histórico de los actos de Dios reportados en las Escrituras." La teología bíblica se enfoca en los relatos de las Escrituras de las actividades de Dios y extrae deducciones para la teología cristiana de estos eventos. Con este repaso en mente, empecemos esta lección.
En esta lección sobre la síntesis sincrónica del Antiguo Testamento, tocaremos tres temas principales. Primero, obtendremos una orientación básica acerca de lo que es la "síntesis sincrónica". Segundo, veremos las maneras en que los pasajes del Antiguo Testamento trasmiten la información histórica usada en la síntesis sincrónica. Y tercero, nos enfocaremos en las estructuras teológicas sintéticas descubiertas a través de la síntesis sincrónica de la información histórica del Antiguo Testamento. Comencemos con la orientación básica de nuestro tema.
Para entender que queremos decir por "síntesis sincrónica," tocaremos tres cuestiones. Primero, definiremos el término "sincrónico". Segundo, veremos el término "síntesis" y tercero, ilustraremos y corroboraremos lo que tenemos en mente con un ejemplo de las Escrituras. Comencemos con el significado del término "sincrónico."
La palabra sincrónico se deriva de dos palabras griegas: la preposición sun que significa "con" o "junto con," y el sustantivo chronos que significa "tiempo" cuando la palabra sincrónico es aplicada a los eventos históricos. Esta palabra describe acontecimientos que tuvieron lugar "juntos en el tiempo" o "al mismo tiempo." Usaremos el término sincrónico para indicar cómo los teólogos bíblicos seguido exploran conjuntos de eventos en la historia del Antiguo Testamento que ocurrieron al mismo tiempo.
Para ilustrar esta idea, pensemos cómo los directores de película cuentan sus historias. Las películas más populares trasmiten el flujo de la historia de principio a fin.
Ellos describen como un evento guía a otro y a otro y así sucesivamente. Aun y cuando la película es una, una unidad, también está dividida en pequeñas partes llamadas escenas. Cada escena nos dice una porción de la historia completa. En este sentido, cada escena representa un momento sincrónico en la película, un período de tiempo en la película.
Un estudio sincrónico del Antiguo Testamento toma un acercamiento muy similar. En la síntesis sincrónica, los teólogos bíblicos concentran su atención en períodos particulares de tiempo en el Antiguo Testamento como si ellos fueran escenas en una película en vez de a través de toda la historia.
Aun así, es importante darse cuenta que como las escenas en una película, el acercamiento sincrónico puede enfocarse en períodos de diferente duración. Algunas veces los teólogos bíblicos se enfocan en momentos históricos relativamente pequeños, pero en otras ocasiones ellos se preocupan por períodos de tiempo relativamente largos.
Nosotros hacemos lo mismo en la vida cotidiana. Algunas veces hablamos de cosas como si sucedieran al mismo tiempo, a pesar de que en realidad suceden en un período de tiempo. Por ejemplo, Yo puedo decir, "hace un momento tuve una plática larga con mi amigo", refiriéndome a una conversación larga como un solo evento. En otras ocasiones hablamos de unidades de tiempo más grandes como si todo ocurriera al mismo tiempo. Por ejemplo, podemos resumir las actividades de toda la semana diciendo, "me pasé la semana pasada en las montañas", o aun un año entero diciendo, "fui a la escuela el año pasado"
Los teólogos bíblicos practican el mismo tipo de flexibilidad temporal cuando dividen la historia del Antiguo Testamento en unidades sincrónicas. Algunas veces se enfocan en relativamente pequeñas marcos de tiempo y otras veces se enfocan en largos períodos de historia.
Ahora, al menos que solo tengamos una fracción de segundo en mente, el tiempo pasa en cada período sincrónico de la historia, y este pasaje de tiempo introduce cambios históricos. Algunas veces estos cambios son menores, pero otras veces pueden ser muy significantes. Pero sin importar que cambios se lleven a cabo, un acercamiento sincrónico al Antiguo Testamento ve el período en cuestión como un todo. Y se concentran primeramente en las perspectivas teológicas que están establecidas hacia el fin del tiempo en observación. Por ejemplo, en la relativamente corta historia del sacrificio de Abraham con Isaac en Génesis 22, pasan muchas cosas. Pero los teólogos bíblicos se preguntan, "¿Qué perspectivas teológicas caracterizaron esta parte de la vida de Abraham?"
Los teólogos bíblicos también tratan con largos períodos de tiempo, como la vida de Abraham en Génesis 11 hasta el capítulo 25 — un tiempo que duro alrededor de 175 años. Incluso con un lapso de tiempo tan grande, ellos se siguen haciendo preguntas como: "¿Qué perspectivas teológicas aparecieron en la vida de Abraham en su totalidad?"
De hecho, los teólogos bíblicos algunas veces tratan todo el Antiguo Testamento como una unidad sincrónica y se preguntan: "¿Qué hizo y dijo Dios en los días del Antiguo Testamento?
Habiendo visto la definición de "sincrónico", podemos ir a nuestro segundo término, la palabra "síntesis".
El concepto de síntesis no es difícil de entender. Lo usamos diario en la vida. Básicamente, significa la combinación de diferentes componentes de algo en un todo.
Por ejemplo, imaginemos que vamos a casa de un amigo a cenar. Comemos de esto y aquello. Escuchamos que alguien habla y otra persona responde. Alguien dice un chiste y el grupo se ríe. Alguien llega tarde, otro se va temprano. Todo tipo de cosas suceden. Ahora imaginemos que el día siguiente le contamos a un amigo lo que paso en la cena. Es poco probable que simplemente tratemos de repetir cada cosa que pasó. En lugar de eso sintetizaríamos, o haríamos un resumen de todo el encuentro.
En muchos aspectos, esto es lo que hacemos cuando vemos las Escrituras con la síntesis sincrónica en mente. Describimos las maneras en que diferentes componentes de la teología se revelaron en un período particular de la historia junto con una coherente estructura lógica.
Para comprender cómo la síntesis sincrónica incluye la evaluación de la estructura lógica del Antiguo Testamento en un tiempo en particular, tocaremos dos temas, Primero, observaremos el rechazo popular del carácter lógico del Antiguo Testamento, y segundo, ofreceremos una afirmación de su coherencia lógica. Comencemos con el rechazo común del carácter lógico del Antiguo Testamento.
A mediados del siglo 20, muchos críticos académicos distinguieron la teología bíblica de la teología sistemática señalando el papel de la lógica en cada disciplina. Es fácil ver que la lógica tiene una función vital en la teología sistemática tradicional. Pero los teólogos críticos argumentan que la lógica no debería desempeñar un papel tan importante en la teología bíblica.
Aunque, las complejidades de estas discusiones van más allá de esta lección, podemos resumir su posición en una forma útil. En esencia, los teólogos críticos creían que la lógica era una característica esencial de lo que llamamos la "mentalidad griega", pero era relativamente ajena a la "mentalidad hebrea". Basado en una serie de evaluaciones lingüísticas y culturales, ellos argumentan que los griegos se enfocaron en la abstracción y el orden lógico, al igual que en la teología sistemática. Y en contraste, ellos sugirieron que la mentalidad Hebrea miraba cada cosa en términos de la dinámica histórica. Desde este punto de vista, el Antiguo Testamento no se enfocó en los sistemas lógicos o en relaciones teológicas entre creencias. Y por esta razón, para sintetizar la teología del Antiguo Testamento se tenía que malinterpretar la Biblia hebrea y forzarla en un marco filosófico griego. A diferencia de este rechazo, una afirmación del carácter lógico del Antiguo Testamento se mantiene en al menos dos terrenos.
En primer lugar, estudios recientes han desacreditado en gran medida el tipo de contrastes entre la mentalidad griega y la hebrea alguna vez sugeridos por muchos teólogos bíblicos. Estos modos de pensar fueron diferentes en muchas maneras pero también fueron muy similares entre sí.
En segundo lugar, la teología del Antiguo Testamento muestra una preocupación substancial hacia la lógica y el pensamiento racional. Ninguna manera substancial de ver la vida es libre de la cuidadosa reflexión lógica. Ahora, sin duda alguna, muchas cosas reveladas en el Antiguo Testamento seguirán siendo un misterio para los seres humanos ya que los pensamientos de Dios están muy lejanos a los nuestros. Sin embargo, este hecho no niega el valor del pensamiento lógico acerca de lo que él nos ha revelado. No es cuestión de que sí la teología del Antiguo Testamento implica la lógica; es solo cuestión de cómo lo hizo. Es verdad que la teología del Antiguo Testamento no utiliza los estándares de las tradiciones filosóficas occidentales formales que han influenciado profundamente la teología sistemática tradicional. Por ejemplo, el Antiguo Testamento usa relativamente pocos términos técnicos consistentes; su teología es expresada en una variedad de géneros; diferentes autores del Antiguo Testamento enfatizaron diferentes aspectos de su fe; y ninguna parte del Antiguo Testamento presenta un sistema lógico de teología que lo abarque todo. Aun así, las revelaciones de Dios en las Escrituras no fueron al azar, desconectadas, o contradictorias. Como veremos luego en esta lección, las revelaciones de Dios no solo dieron a su pueblo una idea de eventos particulares sino les llevo hacia la lógica, formas sintéticas de entender, actuar y sentir acerca de Él, ellos mismos y el resto de la creación. Con esta idea básica de la síntesis sincrónica en mente, será útil ver un ejemplo de este acercamiento en la Biblia misma.
Como vemos en las Escrituras, encontramos que los personajes y escritores a menudo dividieron el Antiguo Testamento en diferentes períodos históricos y sintetizaron la teología que encuentran ahí. Hicieron esto infinidad de veces, pero para nuestros propósitos solamente señalaremos un pasaje representativo. Escuchemos lo que Pablo escribió en Romanos 5:12-14
El pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. (Romanos 5:12-14)
En estos versículos, Pablo trató el tiempo desde la caída de Adán en pecado hasta cuando fue dada la ley en el Monte Sinaí como una unidad sincrónica, un sólo período en la historia. Su mayor preocupación en este pasaje fue probar cómo los efectos de largo alcance del pecado de Adán anuncian los efectos de largo alcance de la obediencia de Cristo. Y para lograr esto, Pablo sintetizó varias características teológicas del tiempo entre Adán y Moisés
En el versículo 12 Pablo menciono que "el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte" Aquí, el aludió a Génesis 3:14-19, donde la muerte humana resulta del pecado humano. Después Pablo describe el período entre la caída de Adán y el Monte Sinaí como el tiempo "antes de que fuera dada la ley" un tiempo cuando la gente no había codificado las leyes como los diez mandamientos y el libro del Pacto. Él también dijo que durante este tiempo la gente "no pecaba por quebrantar los mandamientos, como lo hizo Adán" Es decir, ellos no violaban directrices formuladas específicamente por Dios como Adán hizo en el Jardín del Edén.
Ahora, una vez que Pablo dijo que no había "ley" antes del Monte Sinaí, tuvo que hacer frente a una posibilidad hipotética: Quizás la gente entre Adán y Moisés eran inocentes del pecado. Sí ellos no tenías leyes específicas que violar, ¿Cómo podríamos estar seguros de que ellos eran pecadores? Para responder esta pregunta, Pablo señaló otra característica de ese tiempo: La "muerte reinó desde el tiempo de Adán hasta el tiempo de Moisés." Su argumento fue que si los hombres y las mujeres estaban bajo la maldición de la muerte, entonces por inferencia lógica ellos deben haber sido pecadores.
En el contexto más amplio de este pasaje Pablo también dijo que la obediencia de Jesús a Dios resolvió el problema creado por el pecado de Adán. Al igual que el acto de desobediencia de Adán trajo la muerte a todos los unidos a Adán, sólo el acto de obediencia de Cristo trajo vida a todos los unidos a Cristo. Y por esta razón, el dijo que Adán fue "un patrón" o un tipo de Jesús.
Notemos como el argumento de Pablo trabajó aquí. Primero, el sincronizó el tiempo desde la caída hasta cuando la ley fue dada en un período, y el tiempo desde Cristo hasta el presente como otro período. Segundo, el sintetizó cada período vinculando algunas de sus diferentes características unidas en una manera lógica. En resumen, el hizo la misma cosa que los teólogos bíblicos responsables hacen. Y su modelo significa que la síntesis sincrónica es también una práctica legítima para los cristianos modernos.
Ahora que hemos visto lo que es la síntesis sincrónica, y hemos mostrado que el Nuevo Testamento corrobora este enfoque, estamos listos para ir a un paso esencial en la creación de la síntesis sincrónica, el proceso de discernir la información histórica en el Antiguo Testamento.
Como vimos en la lección previa, los teólogos bíblicos están particularmente preocupados con dos tipos de eventos históricos: los actos divinos de revelación, que son, cosas que Dios hizo; y la palabra divina de revelación, las cosas que Dios y sus mensajeros dijeron.
Antes que los teólogos bíblicos puedan sintetizar la teología de un período en el Antiguo Testamento, ellos primero tienen que recopilar información acerca de los eventos históricos — los actos y palabras de Dios que ocurrieron en el tiempo que ellos están analizando. Estos hechos históricos se convirtieron en los cimientos básicos de su síntesis sincrónica. Ahora a primera vista, esto podría parecer como una cosa bastante fácil de hacer. Nosotros podríamos pensar que solo necesitamos repetir lo que la Biblia dice que paso en un tiempo determinado. Pero como veremos, la recopilación de información histórica de la Biblia requiere de mucho cuidado.
El Antiguo Testamento no viene a nosotros como un catálogo de información histórica. Por el contrario, este contiene narrativas, poesía, ley, escritos de sabiduría, genealogías, diferentes tipos de salmos, discursos proféticos, y muchos otros géneros. Todos estos géneros revelan información acerca de los actos y las palabras de Dios, pero esta información histórica está envuelta en las características de cada género literario. Y por esta razón, los teólogos bíblicos tienen que encontrar formas de recopilar la información de cada tipo de literatura.
El tiempo sólo nos alcanzará para explorar este proceso con dos tipos principales de literatura: poesía y narrativa. Pero lo que aprendemos acerca de estos géneros nos alertará a los tipos de preocupaciones que se aplican a otros géneros también. Comencemos con las formas en que la poesía comunica la información histórica.
Cuando hablamos de la poesía en el Antiguo Testamento tenemos en mente pasajes como los Salmos, algo de literatura de sabiduría, la mayoría de la profecía del Antiguo Testamento y pequeñas porciones de otros libros también. Para discernir los hechos acerca de los actos y las palabras de Dios desde estas Escrituras, tenemos que tomar en cuenta cómo los rasgos literarios de la poesía revelan la información histórica.
Para estudiar estos asuntos, tocaremos dos temas. Primero, veremos los dos mundos que la poesía del Antiguo Testamento siempre ha considerado. Y segundo, veremos como la preocupación por estos dos mundos afecta el proceso de discernimiento de la información histórica en la poesía. Veamos primero los dos mundos de la poesía del Antiguo Testamento.
Los poetas del Antiguo Testamento estuvieron interesados en dos mundos diferentes que nos hablan de la historia. Por un lado, pusieron atención al mundo del que ellos escribieron — al cual llamaremos "Ese mundo". Al escribir acerca de ese mundo, ellos proporcionaron datos objetivos acerca de los actos y las palabras de Dios. En primer lugar, la poesía a menudo abrió las ventanas al pasado.
Por ejemplo, un muy conocido pasaje poético es el canto que Moisés y María cantaron en el Mar Rojo en Éxodo 15:1-21. Moisés incluyó ésta poesía en el libro de Éxodo en parte para darle a sus lectores información histórica acerca de lo que Dios había hecho en el Mar Rojo.
En segundo lugar, la poesía del Antiguo Testamento usualmente proporcionó ventanas a la información histórica contemporánea de la época del escritor. Por ejemplo, el Salmo 1 recomienda meditar en la ley de Dios. Para expresar la importancia de la ley de Dios, el salmista llamó la atención a los patrones de las continuas bendiciones de Dios para sus siervos fieles y sus juicios en contra de los pecadores. En este sentido, El Salmo 1 da a sus lectores una idea de los acontecimientos de esa época.
En tercer lugar, a veces los poetas del Antiguo Testamento llamaban la atención de sus lectores hacia el futuro. Por ejemplo, en Isaías 40:1-11, Isaías predijo un tiempo cuando los exiliados de Judá regresarían a su tierra.
En un sentido o en otro, la poesía del Antiguo Testamento generalmente conlleva información acerca de los actos y palabras de revelación de Dios en el pasado, el presente y el futuro. Los poetas del Antiguo Testamento también se enfocaron en el mundo de sus lectores, o lo que llamaremos su mundo. Ellos se enfocaron en su mundo diseñando sus textos para influenciar en las vidas de sus lectores originales en formas particulares.
Por ejemplo, el canto de Moisés y María en Éxodo 15 animó a los primeros lectores de Moisés a avanzar con confianza hacia la tierra prometida. El Salmo 1 fue escrito para inspirar a la meditación constante en la ley de Dios. Y las predicciones de Isaías 40 fueron diseñadas para animar a aquellos que enfrentaron el exilio a mantener la esperanza del glorioso regreso a la tierra prometida.
Los poetas del Antiguo Testamento llamaron la atención de sus lectores originales hacia "ese mundo" de los actos y las palabras de revelación de Dios con el fin de hablar de "su mundo" en el cual sus primeros lectores vivieron.
Ahora debemos explorar como los dos mundos de la poesía del Antiguo Testamento afectan las maneras en que podemos discernir la información histórica de estas porciones de la Biblia.
Podemos estar seguros que lo que los poetas del Antiguo Testamento dijeron a sus lectores acerca del pasado, el presente y el futuro fue verdad. Ellos fueron inspirados por Dios quien sólo habla verdad. Pero a menudo ellos describieron la historia de maneras más complicadas. Y por esta razón, para entender lo que los poetas en realidad intentaron comunicar acerca de los hechos históricos objetivos, tenemos que entender los convenios literarios de la poesía del Antiguo Testamento.
Hay muchas maneras de describir los convenios literarios de la poesía del Antiguo Testamento, pero para nuestros propósitos señalaremos sólo cuatro características importantes. Primero, los pasajes poéticos emplean un vocabulario y sintaxis inusual diseñada para hacer que los lectores reflexionen sobre lo que estaba escrito. Segundo, los poetas del Antiguo Testamento usaron muchas figuras de lenguaje como metáforas, similitudes, analogías e hipérbolas para describir indirectamente las realidades históricas. Tercero, los poetas expresaron sus propias reflexiones imaginativas para incitar atractivas experiencias sensoriales imaginativas en sus lectores. Cuarto, ellos transmitieron sus propias emociones para causar reacciones emocionales en sus lectores. Estas características aparecen en cierta medida en otros géneros bíblicos también, pero eran características centrales concentradas en la poesía del Antiguo Testamento.
Para ver como estas características afectaron la comunicación de la información histórica, veremos una poción de un pasaje poético que ya hemos mencionado: El canto de Moisés y María en el Mar Rojo en Éxodo 15. Escuchemos lo que Moisés escribió en Éxodo 15:6 y 7:
Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder;
Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo.
Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti.
Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca. (Éxodo 15:6-7)
Como hemos visto, en este pasaje Moisés se refirió al evento histórico cuando Israel cruzó el Mar Rojo. Sin embargo, estos versículos no dan una descripción literal de lo que Dios hizo. Por ejemplo, la diestra de Dios no fue realmente visible en el Mar Rojo, a pesar de que Moisés dijo que la "diestra de Dios quebrantó al enemigo". Los egipcios no fueron consumidos por fuego, a pesar de que dijo "tu ira los consumió como a hojarasca"
En cambio, el relato narrativo en Éxodo nos dice que Dios envió un fuerte viento del este que separó las aguas del mar permitiendo a los Israelitas pasar sobre tierra seca. Entonces Dios ahogó al ejército perseguidor egipcio permitiendo que las aguas regresaran a su lugar mientras los egipcios cruzaban.
Así que, ¿Por qué Moisés dijo que la diestra de Dios, y su ira consumió a los egipcios como hojarasca? Moisés se basó en la metáfora común del Antiguo Testamento de la diestra de Dios para caracterizar este evento como el poderoso ataque de Dios en contra de sus enemigos. Él usó una similitud exagerada comparando la condición de los egipcios con hojarasca quemada; no para revelar la manera de su destrucción, sino para revelar cual completa y horrible fue su destrucción.
Moisés también quería incitar las experiencias imaginativas del evento en las mentes y corazones de sus lectores. Él expresó su propia y entusiástica alabanza a Dios y él inspiró a otros a hacer lo mismo. Moisés quiso que su poesía fuera tomada como un verdadero registro del evento, pero él nunca quiso que fuera leído como una descripción literal. Cuando reconocemos los rasgos poéticos de Éxodo 15:6 y 7, podemos discernir su información histórica con relativa facilidad. Podríamos resumir estos versículos en una variedad de formas dependiendo en el aspecto del texto que es nuestro enfoque. Por ejemplo si nos enfocáramos en la forma en que utiliza las figuras del lenguaje para narrar los datos históricos, podríamos resumir en este sentido: "Dios libró a Israel milagrosamente destruyendo al ejército egipcio en el Mar Rojo"
Este ejemplo hace claro que debemos abordar la poesía del Antiguo Testamento con cuidado. No debemos leerlo de la misma manera en que leemos la prosa. En lugar de eso, debemos extraer la información histórica reconociendo el vocabulario y la sintaxis inusual de la poesía, sus figuras de lenguaje, sus preocupaciones imaginativas y sus impactos emocionales. Sólo entonces podemos obtener un entendimiento más realista de los actos y las palabras de Dios que contribuyen para nuestra síntesis sincrónica de la teología del Antiguo Testamento.
Ahora que hemos tocado algunas de las formas en que podemos discernir la información histórica en la poesía, debemos recurrir al género narrativo del Antiguo Testamento.
Todos estamos familiarizados con las narrativas del Antiguo Testamento. Libros como Génesis, Éxodo y otros están compuestos en gran parte de narrativas; historias reales acerca de personas históricas, lugares y eventos. Los teólogos bíblicos a menudo se basan en gran medida de las narraciones porque sus historias revelan muchos detalles acerca de la historia. Ellas reportan palabras y discursos, nombres de personajes, lugares donde los eventos ocurrieron y varias conexiones históricas. Estas y otras características hacen a las narrativas ricos recursos para la síntesis sincrónica. Pero discernir la información histórica requiere una cuidadosa interpretación aun de las narrativas.
Observaremos las narrativas en la misma manera en que discutimos la poesía. Primero, veremos que las narrativas fueron diseñadas para proveer información acerca de dos mundos. Y segundo, examinaremos como discernir la información histórica en este género. Veamos primero las formas en que estas porciones de la Biblia registraron la información histórica acerca de los dos mundos.
Al igual que los poetas, los autores de narrativas también se situaron entre dos mundos. Por un lado, ellos escribieron acerca del mundo que fue el objeto de sus textos, o "ese mundo". A diferencia de la poesía, sin embargo, las narrativas se centraron en gran medida en el pasado, y ocasionalmente mencionaron el presente o el futuro.
Por ejemplo, Moisés escribió acerca de la historia primigenia y patriarcal en el libro de Génesis, aun y cuando él vivió mucho después en la historia. Los autores del Antiguo Testamento generalmente escribieron acerca de épocas que precedieron por cientos de años los días en los que ellos vivieron.
Por otro lado, los autores de las narrativas también trataron con "Su mundo" el mundo en que sus lectores vivieron. Ellos querían que sus lectores pensaran, actuaran y sintieran de cierta manera en sus propios mundos a la luz de los acontecimientos pasados.
Así como Moisés escribió acerca de los períodos primigenios y patriarcales, él describió esos días antiguos de manera que enseño a sus lectores Israelitas acerca de sus propios privilegios y responsabilidades. Todos los autores de la narrativa del Antiguo Testamento escribieron acerca del pasado por el bien de sus lectores que viven en épocas posteriores. Las narrativas del Antiguo Testamento fueron diseñadas para tener diferentes influencias. Eran doxológicas, al guiar a los lectores a alabar y adorar a Dios. Eran teológicas al explicar las verdades acerca de Dios, algunas eran tanto políticas al enfocarse en los eventos nacionales actuales, así como polémicas oponiéndose a las falsas enseñanzas. Eran morales explicando como el pueblo de Dios debe vivir. Eran motivacionales animando a todo tipo de respuesta fiel.
En resumen las narrativas del Antiguo Testamento eran didácticas y fueron diseñadas para enseñar a los primeros lectores acerca de sus vidas. Ahora, en el género narrativo la mayoría de estos propósitos didácticos eran implícitos; los autores esperaban que sus lectores dedujeran los principios teológicos de sus historias. Aun así, este aspecto didáctico era muy intencional. Los autores siempre escribieron para enseñar a sus lectores acerca de sus propias vidas.
Con estos dos mundos en mente, podemos voltear a ver las maneras en que podemos discernir la información histórica desde las narrativas del Antiguo Testamento.
Desafortunadamente, los evangélicos modernos generalmente cometen el error de esperar que las narrativas del Antiguo Testamento sean como escritos periodísticos históricos. Desde la Ilustración del siglo 17 en Europa, muchos historiadores han tratado de aplicar los estándares del rigor científico a los escritos de los relatos históricos. Desde este punto de vista, los historiadores deben tratar de ser exigentes con sus equivalentes en ciencias como química y biología.
Hay muchas maneras de resumir estos estándares rigurosos, pero debemos decir que en esta perspectiva, los relatos históricos dignos de confianza deben ser comprensivos, precisos y objetivos. Es decir, los registros históricos auténticos deben incluir cada hecho significante acerca de la situación para dar un relato equilibrado. Estos reportarían detalles con exacta precisión, o al menos reconocerán que no lo hacen. Y evitaran todas las evaluaciones subjetivas que pueden perjudicar a sus lectores.
Ahora podemos entender por qué estos ideales modernos se desarrollaron. Después de todo es demasiado sencillo confundir los hechos con ficción cuando los historiadores no alcanzan estos estándares hasta cierto punto.
Sin embargo, los autores de las narrativas del Antiguo Testamento no siguieron completamente estos ideales modernos. Ellos no propagaban fantasías religiosas. Tampoco presentaron errores históricos o hechos fabricados. Pero sí escribieron en maneras que fueron determinadas en gran medida para sus propósitos didácticos y no para nuestras sensibilidades modernas.
Para ver como esto es cierto, veamos brevemente los tres estándares modernos que a menudo se aplican erróneamente a las narrativas del Antiguo Testamento, comencemos con la idea de que los relatos históricos deben ser comprensivos.
En pocas palabras, las historias del Antiguo Testamento eran sólo tan detalladas como fuera adecuado para los fines didácticos de sus escritores. Ellos no incluyeron cada hecho significante.
Consideremos un ejemplo del libro de Crónicas. Cuando el escritor de Crónicas compuso su historia de la vida de Salomón en 2 Crónicas 1–9, él siguió los registros de 1 Reyes 1–11 muy de cerca. Pero omitió cada dimensión negativa del reinado de Salomón. Él omitió referencias del matrimonio de Salomón con la hija de Faraón y otras mujeres extranjeras, la creación de centros de adoración para otros dioses en el templo, y la severa condenación profética que Salomón recibió
Por cualquier medida práctica, estos eventos negativos fueron sumamente importantes. Después de todo, de acuerdo con 1 Reyes capítulos 11 al 13, los errores de Salomón llevaron a la división de la nación. Pero el Cronista determinó no incluir esto debido a sus propósitos didácticos. Por supuesto, muchos de sus lectores ya conocían esta información, pero el Cronista quería que se concentraran en los logros positivos de Salomón. Y como resultado, él enfocó su relato en los éxitos de Salomón.
Los autores del Antiguo Testamento no sintieron la obligación de incluir cada hecho significativo. No cumplieron con el criterio moderno de narración exhaustiva en un buen escrito de historia. Sin embargo sus narrativas son registros verdaderos y autoritativos del pasado.
En segundo lugar, los autores del Antiguo Testamento fueron tan precisos como sus propósitos didácticos lo requirieron.
Hay una diferencia vital entre precisión y verdad. Cada día de nuestras vidas hablamos de cosas imprecisas sin tergiversar la verdad. Cuando alguien pregunta ¿Qué hora es? No dudamos en decir, "son las dos en punto" cuando pudiera ser más preciso decir, dos minutos y veinte segundos después de las dos. En cada aspecto de la vida, la precisión siempre es cuestión de perspectiva. Y mientras respondemos con tanta precisión como sea necesaria, nadie nos acusa de deformar los hechos. Bueno, en mucha maneras, lo mismo pasa con los autores del Antiguo Testamento. Ellos fueron sólo tan precisos como necesitaron ser para alcanzar sus metas didácticas.
Consideremos por ejemplo Génesis 1:7, donde Moisés escribió acerca de la atmosfera de la tierra en este sentido:
E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. (Génesis 1:7)
Aquí Moisés escribió que Dios colocó "la expansión" en el cielo, usando la palabra hebrea raqia. El término raqia significa algún tipo de material sólido aplanado. Como este pasaje nos dice, este material sólido separó "las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión."
Como gente moderna sabemos que la descripción de Moisés de la atmosfera de la tierra es científicamente imprecisa. Moisés habló de esta manera porque el cielo le parecía a él y a muchos otros como un techo, o como una carpa de cristal azul o lapislázuli. La creencia común era que la lluvia resultaba de agua azul de arriba que fluía a través de agujeros o chimeneas en este techo sólido. Por supuesto, el Dios omnisciente de las Escrituras pudo haber revelado a Moisés una descripción más precisa de la atmosfera terrestre si Él hubiese querido. Pero esto no es lo que el Espíritu Santo quería que la gente supiera. Moisés no deformó la verdadera condición de la naturaleza. Sino que habló de esto imprecisamente como le parecía a él.
Conociendo esto, debemos tener mucho cuidado de no sobreestimar el nivel de precisión que Moisés intento alcanzar en Génesis 1:7. Estaríamos equivocados si concluimos que era un hecho histórico que "Dios puso una barrera sólida en el cielo" o que "Dios colocó agua sobre y debajo de una barrera sólida." En cambio, nuestra evaluación de este registro histórico debe admitir la imprecisión de Moisés y enfocarse en su propósito didáctico. Por ejemplo, podemos decir correctamente de Génesis 1:7 que "Dios ordenó el cielo;" que "Dios estableció el cielo para hacer la tierra habitable" y que "Dios ordenó el cielo de forma que era bueno." Una interpretación responsable debe apreciar el hecho de que Moisés y otros autores bíblicos hablaron de hechos históricos con sólo la suficiente precisión para cumplir con sus metas didácticas.
El tema de la precisión también se mueve a primer plano cuando consideramos los reportes de las palabras y enseñanzas de las narrativas del Antiguo Testamento.
Consideremos sólo un ejemplo. En 1 Reyes 9:5 y 2 Crónicas 7:18, encontramos una descripción de las palabras de Dios en respuesta a la oración de Salomón en la dedicación del templo.
Comparemos estos pasajes. En 1 Reyes 9:5 leemos estas palabras de Dios:
Yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como hablé a David tu padre, diciendo: No faltará varón de tu descendencia en el trono de Israel. (1 Reyes 9:5)
En 2 Crónicas 7:18 leemos estas palabras de Dios:
Yo confirmaré el trono de tu reino, como pacté con David tu padre, diciendo: No te faltará varón que gobierne en Israel. (2 Crónicas 7:18)
Ahora, el contexto de estos dos versículos aclaran que ellos se refieren al mismo evento histórico, pero la redacción no es precisamente la misma. En 1 Reyes Dios "habló a David" pero en 2 Crónicas él "hizo pacto con David" y en 1 Reyes Dios dijo, "No faltará varón de tu descendencia en el trono de Israel" mientras que en 2 Crónicas el dijo, "No te faltará varón que gobierne en Israel". Algunas de estas diferencias pueden ser resultado de errores en la transmisión textual, pero no todas. Más bien, ellas reflejan el hecho que las narrativas del Antiguo Testamento no fueron diseñadas para repetir palabras y pensamientos de Dios o cualquier otro con absoluta precisión.
En realidad, ni el escritor de Reyes ni el autor de Crónicas intentaron ser absolutamente precisos. Lo que ellos escribieron fue históricamente verdadero, ellos no tergiversaron lo que Dios dijo. Pero sus niveles de precisión fueron determinados por sus metas didácticas, no por nociones modernas de registros precisos.
Una interpretación responsable destila lo que Dios dijo con niveles de precisión que coinciden con los registros bíblicos. Podemos estar seguros que "Dios dijo que establecería la dinastía de David" y que "Dios prometió mantener su pacto con David." y que "un descendiente de David siempre gobernaría sobre Israel" pero buscar mucha más precisión que esto podría ser un error.
A medida que exploramos el género narrativo en la síntesis sincrónica, nos enfrentamos con muchos tipos de imprecisión. Números de personas, medidas, referencias geográficas y otras similares que no cumplen con los estándares científicos modernos. Pero esta falta de precisión moderna no significa que los relatos no sean ciertos. Por el contrario, podemos estar seguros que las historias del Antiguo Testamento nos dicen la verdad acerca de la historia. Sin embargo, siempre debemos tener cuidado de no sobre estimar su precisión.
Finalmente, consideremos el hecho de que las narrativas del Antiguo Testamento no son objetivos para los estándares modernos.
Es común en nuestros días pensar que los escritores históricos fiables permanecen objetivos en sus reportes, sin permitir que sus presentaciones sobre la historia reflejen sus opiniones personales o sus evaluaciones de los eventos. Pero debemos siempre recordar que la objetividad es cuestión de perspectiva.
Desde que los registros históricos se han mantenido, siempre han habido historiadores que permitieron que sus opiniones subjetivas distorsionaran sus escritos al punto que ellos realmente han tergiversado la historia. Pero aun los historiadores más objetivos tienen prejuicios de los que no pueden escapar.
Por lo menos estos prejuicios, influenciaron qué eventos decidieron reportar y cómo los describieron. En este sentido, sabemos que los escritos históricos nunca han sido enteramente objetivos. Esto es cierto aun cuando se trata del Antiguo Testamento. Dios inspiró a los autores del Antiguo Testamento para dirigir las opiniones de sus lectores. Esta meta influenció lo que ellos omitieron, lo que incluyeron, y como describieron lo que incluyeron. A veces, esto aun los movió a expresar sus prejuicios y sus evaluaciones con valentía.
Por ejemplo, escuchemos estas palabras de Génesis 13:13, donde Moisés reportó que Lot puso sus tiendas cerca de Sodoma:
Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera. (Génesis 13:13)
No debemos eludir la evaluación de Moisés de Sodoma. Él dio su opinión de la ciudad, pero su visión moral fue inspirada por Dios y por lo tanto es correcta. Debemos sentirnos libres de decir cosas como, "Lot se apartó de Dios y se asoció con hombres malvados" o "La ciudad de Sodoma estaba llena de gente mala." Estas declaraciones representan verdades objetivas acerca de las condiciones históricas de aquellos días.
En resumen, podemos decir con confianza que las narraciones del Antiguo Testamento no fueron diseñadas para cumplir con los estándares modernos al escribir la historia. Ellas sólo presentaron fielmente la información histórica que nos permitirá construir la síntesis sincrónica de la teología del Antiguo Testamento.
Habiendo visto algunas de las maneras en las que podemos discernir la información histórica en el Antiguo Testamento, podemos poner atención a nuestro tema final: Las estructuras teológicas sintéticas.
En esta parte de nuestra lección, nos enfocaremos en las maneras en que las revelaciones de Dios en diferentes períodos de la historia del Antiguo Testamento formaron estructuras teológicas sintéticas lógicamente coherentes.
Cuando hablamos de estructuras teológicas sintéticas, nos referimos a que las revelaciones divinas encajan entre sí para formar una perspectiva lógica o coherente en temas teológicos. Ahora, esto no quiere decir que los seres humanos en algún momento entenderán completamente las conexiones lógicas entre todas las cosas que Dios reveló. Es más bien que las revelaciones de Dios no fueron aisladas unas de las otras, ni fueron lógicamente incompatibles unas con otras. Cuando se ven correctamente, ellas forman patrones lógicos de creencias o lo que llamamos estructuras teológicas sintéticas.
Veremos este punto de dos maneras principales. Primero, veamos la variedad de recursos desde los cuales debemos discernir estas estructuras teológicas sintéticas en el Antiguo Testamento. Y segundo, veremos que estas estructuras teológicas aparecen en una variedad de niveles.
Consideremos primero los diferentes recursos que debemos tener en mente.
A medida que exploramos la variedad de recursos de donde discernimos las estructuras teológicas, consideraremos primero las revelaciones bíblicas, y segundo observaremos las revelaciones extra-bíblicas. Cada vez que interpretamos las Escrituras, debemos estar preparados para usar cada recurso disponible. Nos ayuda a pensar en términos de estas dos categorías básicas de recursos. Veamos primero las revelaciones bíblicas que nos muestran las estructuras teológicas.
Las Escrituras son una preocupación central cuando discernimos las estructuras teológicas en cualquier período de la historia del Antiguo Testamento. Una pregunta que generalmente surge es esta: "¿En cuáles porciones de las Escrituras debemos buscar?"
Para el beneficio de nuestra discusión, dividiremos esta pregunta en tres tipos de pasajes bíblicos que se relacionan con el período de tiempo en estudio: primero, pasajes sincrónicos — porciones de las Escrituras que tratan con los períodos históricos bajo consideración; segundo, pasajes antecedentes — porciones de la Biblia que tratan con la historia anterior al período en estudio; y tercero, pasajes subsecuentes — porciones de las Escrituras que tratan con revelaciones de períodos de tiempos posteriores.
Consideremos primero cómo los pasajes bíblicos sincrónicos nos ayudan a discernir las estructuras teológicas.
Cuando hablamos de pasajes sincrónicos en este contexto, no nos referimos a pasajes que fueron escritos al mismo tiempo, sino a pasajes que describen el mismo período de tiempo. En ocasiones, la información acerca de la teología de un período aparece en un solo un pasaje de las Escrituras. Pero la mayoría de las veces, períodos de la historia del Antiguo Testamento son descritas en más que un solo lugar. Cuando este es el caso, necesitamos combinar toda la información que las Escrituras proveen.
Al creer que las Escrituras son inspiradas por Dios, afirmamos la armonía de todas sus partes. Sostenemos que cada comentario bíblico en la historia y la teología de un período es cierto y se ajusta coherentemente con todo lo demás que conocemos acerca de ese período. Los autores bíblicos no se contradicen unos con otros; al contrario, ellos se complementan armoniosamente. Así que, no debemos limitarnos con un solo pasaje; debemos estar preparados para sacar de muchas porciones sincrónicas de la Biblia para determinar lo que Dios hizo y dijo en períodos históricos particulares.
Adicionalmente a los pasajes sincrónicos, hay muchas ocasiones cuando debemos también extraer de secciones antecedentes de la Biblia. No estamos pensando en porciones de la Biblia que fueron escritas con anterioridad, sino a pasajes que se enfocan en períodos anteriores de la historia del Antiguo Testamento. Lo que Dios hizo y dijo en períodos anteriores ilumina las estructuras teológicas de tiempos posteriores.
Por ejemplo, en Génesis 12:1-3 Dios ofreció a Abraham innumerable descendencia y la herencia de la tierra prometida. Estas palabras de Dios aparecen una y otra vez en capítulos de Génesis dedicados a la vida de Abraham, y son fundamentales para entender las estructuras teológicas de su tiempo. Sin embargo, no hay explicación explícita de su importancia durante la vida de Abraham. Esta pregunta puede responderse mejor con pasajes que tratan con antecedentes o períodos de tiempo anteriores.
Por ejemplo, en Génesis 1:28 Dios mandó a quienes eran su imagen, Adán y Eva, a multiplicarse y a dominar sobre toda la creación. Esta expansión numérica y geográfica de la imagen de Dios en la tierra siempre fue esencial para los propósitos de Dios para la raza humana. Más tarde, cuando Moisés escribió acerca de Abraham, el construyó sobre esta estructura teológica anterior. En pocas palabras, Dios se enfocó en los descendientes y la tierra de Abraham, porque él escogió a Abraham y a sus descendientes para llevar a cabo la comisión original de Adán. La multiplicación de los descendientes de Abraham y su posesión de la tierra prometida serían el punto de partida del eventual dominio de la humanidad sobre el mundo entero.
Una y otra vez encontramos que los registros del Antiguo Testamento no explican muchos puntos de vista teológicos porque ellos dependen de lo que Dios ya había revelado en períodos anteriores de tiempo. Por esta razón, debemos estar siempre consientes de las revelaciones antecedentes al estudiar las estructuras teológicas de una porción de la historia en particular.
Además de las Escrituras sincrónicas y antecedentes, Los pasajes subsecuentes o posteriores también nos ayudan a discernir estructuras teológicas. Al igual que con otros tipos de pasajes, los pasajes subsecuentes no son aquellos que fueron necesariamente escritos después. Más bien, son Escrituras que tratan con períodos posteriores de historia.
Por ejemplo, escuchemos las palabras de Dios a Abraham en Génesis 12:3:
Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. (Génesis 12:3)
En la segunda parte de este versículo, Abraham fue claramente llamado a ser el conducto a través del cual Dios bendeciría a todo el mundo. Sin embargo muchos se han preguntado acerca de esta primera mitad del versículo. ¿Qué quiso decir Dios cuando dijo que esta bendición mundial llegaría a través un doble proceso, al bendecir a aquellos que bendijeran a Abraham y maldecir a aquellos que lo maldijeran? Una manera de entender esto es observando la revelación bíblica subsecuente. Escuchemos, por ejemplo, las palabras del Salmo 72:17:
Que su nombre perdure para siempre; que su fama permanezca como el sol. Que en su nombre las naciones se bendigan unas a otras; que todas ellas lo proclamen dichoso. (Salmo 72:17, NVI)
El Salmo 72 fue escrito en días de Salomón, cerca de 1,000 años después del tiempo de Abraham. Y cuando se habla de aquel que su nombre "perdura para siempre" se refiere al gran hijo de David, el Mesías que conquistará, gobernará y recibirá los tesoros de todas las naciones. Este versículo es una revelación subsecuente de Génesis 12 porque hace referencia a temas reales que fueron ciertos en el período histórico posterior a Salomón. Pero este también nos dice algo acerca de la estructura teológica durante los días de Abraham. Específicamente, este alude a la oferta de Dios a Abraham cuando dijo: "que en su nombre las naciones se bendigan unas a otras; que todas ellas lo proclamen dichoso." Pero, ¿Qué es lo que nos dice acerca de la manera en que Dios cumplirá su ofrecimiento a Abraham?
Los versículos alrededor del Salmo 72 indican que las bendiciones de Abraham se extenderían a todo el mundo a través de la guerra. Como el Mesías venció a las naciones malvadas y protegió a los justos entre las naciones, aquellos que estaban con el descendiente real de Abraham serían benditos, y los que se opusieron serían maldecidos. Y finalmente, todas las familias de la tierra serían benditas a través de este proceso.
Esta idea es confirmada por el hecho de que muchas historias acerca de Abraham reportan las interacciones positivas y negativas del patriarca con otros grupos de personas. Dios le reveló a Abraham que su bendición a todas las naciones vendría a través de un proceso de conflicto en el que Dios bendeciría a algunos y destruiría a otros.
Como este ejemplo lo ilustra, a menudo las estructuras teológicas anteriores no eran mencionadas o fueron dejadas en la oscuridad hasta que la revelación posterior las clarifico. En estos casos, las revelaciones bíblicas subsecuentes pueden ayudarnos a comprender las estructuras teológicas de períodos anteriores.
Y así podemos ver que debemos estar preparados para utilizar todos los tipos cronológicos de revelaciones bíblicas y así obtener una mayor comprensión de las estructuras teológicas de un período particular de la historia del Antiguo Testamento.
Ahora debemos ver un segundo recurso principal que nos permite ver las estructuras teológicas que caracterizaron los períodos del Antiguo Testamento: Revelaciones extra-bíblicas, son las revelaciones de Dios fuera de las Escrituras.
Mientras tratamos de entender las estructuras teológicas de un período del Antiguo Testamento, es importante recordar que ningún pasaje bíblico fue escrito en un vacío teológico. Los autores del Antiguo Testamento escribieron sus textos en un contexto de creencias y estructuras teológicas que ellos compartieron con sus personajes así como con sus lectores. Dios ha revelado estos marcos teológicos a través de dos tipos de revelaciones extra-bíblicas. Primero Él las reveló a través de la revelación general, la revelación de Dios en todas las cosas; y segundo, Él las dio a través de revelaciones especiales no encontradas en las Escrituras.
Tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento enseñan que desde el principio, cada persona ha aprendido por lo menos algunas verdades teológicas a través de la revelación general. Pasajes como Salmo 19 y Romanos 1:18-21 indican que Dios ha revelado claramente su naturaleza, sus requerimientos morales y las consecuencias del pecado para todas las personas a través de toda la creación.
Podemos resumir la cuestión de esta manera: a pesar de que los pecadores a menudo suprimen lo que ellos conocen de la revelación general, en cierto nivel ellos aun comprenden la suficiente verdad teológica para que sean responsables de comprender la revelación especial de Dios.
Debido a la realidad de la revelación general, los autores del Antiguo Testamento siempre asumieron que los personajes históricos en sus historias y los lectores posteriores de sus historias, compartieron muchas perspectivas teológicas verdaderas con ellos como autores. Ellos no sintieron la necesidad de explicar ciertas cosas explícitamente porque muchas de las estructuras teológicas básicas ya estaban en su lugar.
Consideremos sólo un pasaje que a menudo es malinterpretado por los teólogos modernos ya que se olvidan de la revelación general.
Por ejemplo, en Génesis 22:12 leemos que Dios detuvo a Abraham de sacrificar a su hijo con estas palabras:
No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. (Génesis 22:12)
Desafortunadamente, este pasaje es generalmente malinterpretado por los teólogos contemporáneos. Porque el ángel dijo, "porque ya conozco que temes a Dios" algunos interpretes han sugerido que Abraham creía que Dios no sabía lo que él haría antes de este momento en la historia. En otras palabras, ellos sostienen que la teología durante este período no incluía la creencia de la omnisciencia de Dios.
Pero el testimonio bíblico sobre la revelación general indica todo lo contrario. En Romanos 1:20 Pablo establece que toda la gente conoce las "cualidades invisibles" de Dios, como su omnisciencia. Ahora por supuesto, la gente pecadora suprime este conocimiento, y puede malinterpretar las palabras de Dios a Abraham. Pero la revelación general deja en claro que el registro de Moisés de ese momento en la vida de Abraham no sugiere que Dios estaba limitado en su conocimiento.
Una y otra vez, la revelación general es asumida por los escritores bíblicos. Cuando los gentiles recibieron mensajes de los profetas de Israel, como Jonás y Daniel, ellos no formaron sus puntos de vista teológicos únicamente basándose en las pocas cosas que estos profetas dijeron explícitamente. Los mensajeros de Dios hablaron a estos paganos con la confianza de que ellos entendían mucho acerca del verdadero Dios del cielo y la tierra a través de la revelación general.
Al tratar de comprender las estructuras teológicas que caracterizaron el período de historia del Antiguo Testamento, siempre debemos recordar que hay mucho que quedo sin escribir porque los autores bíblicos asumieron la revelación general.
Adicionalmente a la revelación general, un segundo recurso extra-bíblico nos ayuda a entender las estructuras teológicas del período de la historia del Antiguo Testamento: la revelación extra-bíblica especial.
El Antiguo Testamento indica que Dios dio revelaciones especiales a determinadas personas en sueños, visiones, audiciones y cosas similares. No hace falta decir que muchas personas santas en las Escrituras recibieron mucha revelación especial de la cual no hay evidencia bíblica específica. Las revelaciones especiales fueron dadas aun a algunas personas fuera de Israel, como Melquisedec, y aun Faraón en los días de José. A veces, el Antiguo Testamento insinúa que estas revelaciones extra-bíblicas habían tomado lugar, y eran bien conocidas por los antiguos. Por ejemplo, escuchemos las palabras de Dios a Noé en Génesis 7:2:
De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra. (Génesis 7:2)
En este pasaje, Dios mando a Noé a distinguir entre animales limpios y los no limpios cuando los llevó al arca. Pero en ninguna parte de las Escrituras tenemos registro de que Dios le revelara a Noé cuales animales eran limpios y cuáles no. La mejor conclusión de esto es que Dios reveló especialmente a Noé o a alguna otra persona antes que él las distinciones entre animales limpios y los no limpios.
A medida que exploramos las estructuras teológicas que caracterizaron un período de la historia del Antiguo Testamento, también necesitamos ser conscientes de indicaciones de que Dios podría haber dado otras revelaciones especiales de las cuales no tenemos registro. Cuando prestamos atención a estos tipos de revelaciones extra-bíblicas, somos capaces de comprender más a fondo las estructuras sintéticas coherentes del período histórico que estamos viendo.
Después de haber visto algunos de los muchos recursos que nos ayudan a comprender las estructuras teológicas de un período en el Antiguo Testamento, debemos ver los diferentes niveles de estructuras teológicas que encontramos.
Al ver los arreglos sintéticos lógicos de la teología del Antiguo Testamento en períodos particulares de la historia, es evidente la aparición de una variedad de niveles de estructuras teológicas. Estos incluyen un espectro amplio que va desde las estructuras muy simples hasta las muy elaboradas.
Para ver como es esto, veremos tres niveles generales de las estructuras teológicas. Primero, pondremos atención al "nivel básico" de las estructuras teológicas sintéticas. Segundo, veremos un ejemplo del "nivel medio" de las estructuras teológicas sintéticas. Y tercero, exploraremos las estructuras teológicas sintéticas a un nivel relativamente "complejo". Pongamos nuestra atención primero a algunos de los arreglos lógicos básicos que caracterizaron la teología revelada en períodos de la historia del Antiguo Testamento.
Las estructuras teológicas más básicas aparecen en las conexiones e implicaciones lógicas entre palabras y actos específicos de Dios. Para ver lo que esto significa, veremos dos temas. Primero, exploraremos algunas de las maneras en como los actos y las palabras divinas de revelación tienen intersecciones lógicas y segundo, ilustraremos lo que tenemos en mente con un pasaje en particular. Pensemos primero acerca de los tipos de intersecciones lógicas que existen entre las acciones y las palabras divinas.
Hay muchas maneras en que las revelaciones específicas de Dios se relacionan entre ellas. En primer lugar, los actos de Dios a menudo se intersecan con sus palabras.
Como vimos en nuestra lección anterior, las palabras de Dios a menudo preceden sus acciones en forma de predicciones. En otras ocasiones, las palabras de Dios ocurren casi simultáneamente con sus acciones y explican lo que Él está haciendo. Y aun en otras ocasiones, sus palabras llegaron después de sus actos y reflejan la importancia de lo que Dios había hecho en el pasado.
Al mismo tiempo, las acciones de Dios también nos ayudan a entender sus palabras. Por ejemplo, cuando Dios actuó antes de hablar, sus acciones a menudo anticiparon lo que Él diría preparando la venida de sus palabras. Cuando Dios actuaba casi simultáneamente con sus palabras, sus acciones a menudo iluminaron el significado de sus palabras explicativas. Y por supuesto, cuando Dios actuaba después de haber hablado, Él a menudo hacía esto para cumplir sus palabras previas.
Pero adicionalmente, las estructuras teológicas básicas aparecen en maneras en que las acciones de Dios intersecan lógicamente con sus otras acciones.
En estos casos, la coherencia lógica se hace visible de diferentes maneras. Por nombrar solo algunas posibilidades: algunas veces un acto de Dios era simplemente agregado a, o combinado con otro acto; en otras ocasiones, una cosa que Dios hizo anunció otra acción que Él realizó; los actos de Dios prepararon el escenario para acciones adicionales, y en algunas ocasiones las acciones divinas causaron que ocurrieran otras acciones. Más allá de esto, las estructuras teológicas básicas también aparecen cuando vemos como las palabras de revelación de Dios se intersecan lógicamente con otras palabras de revelación.
Una vez más, las asociaciones posibles son innumerables. Para mencionar solo algunas, una palabra pudo simplemente haber sido adherida a otra, una palabra pudo haber sido la base lógica de otra, o una palabra pudo haber explicado a otra.
Las diferentes maneras en que los actos y las palabras de Dios se relacionan entre sí establecen muchos arreglos lógicos. Las intersecciones de los actos y palabras específicas de Dios formaron innumerables e intrincables redes de implicaciones lógicas.
Estas implicaciones formaron estructuras teológicas sintéticas o perspectivas teológicas coherentes que Dios estableció en momentos particulares en la historia del Antiguo Testamento.
Con esta idea general en mente, ayudaría el ilustrar como las intersecciones de los actos y palabras divinas forman estructuras teológicas coherentes en algún pasaje en particular. Consideremos, por ejemplo, una porción de la historia de la creación de Eva en Génesis 2:15-22. Ahí podemos leer estas palabras familiares.
Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. (Génesis 2:15-22)
Consideremos primero algunas de las intersecciones lógicas entre los actos y palabras de Dios. El pasaje comienza en el versículo 15 con Dios poniendo al hombre en el jardín para hacerse cargo de él. Este acto se interseca con la palabra de Dios en la primera mitad del versículo 18 cuando Dios dijo, "No es bueno que el hombre esté solo". A primera vista, podemos pensar que la vida de Adán en el Jardín de Edén era grandiosa, pero las palabras de Dios reflejaron en sus acciones previas y señalaron que la existencia aislada de Adán no era buena.
De forma similar, también podemos ver que las palabras de la segunda parte del versículo 18, "le haré ayuda idónea para él" predijeron las acciones de Dios del cumplimiento en la creación de la mujer en el versículo 22.
Esas conexiones lógicas entre los actos y las palabras de Dios revelan una estructura teológica simple, un conjunto coherente de creencias que surgieron en este período de la historia. Dios creó al ser humano para atender su jardín, pero esta tarea requería de ambos, hombres y mujeres.
Varias acciones de Dios en esta historia también se intersecan con otras en maneras que revelan estructuras teológicas sintéticas. Dios había ya formado a los animales en preparación para que Adán ejerciera autoridad dándoles nombre en el versículo 19. El versículo 20 nos dice que Adán no encontró un ayudante entre los animales y esto explica en parte el propósito de la interacción de Adán con los animales. Estos actos de Dios revelaron una perspectiva teológica simple, una manera lógica de ver estas cosas. Dios ordenó al hombre a gobernar sobre los animales, no a buscar su ayuda idónea entre ellos. Finalmente, también podemos ver una intersección lógica entre dos palabras reveladoras en el versículo 18. Por un lado, Dios dijo, "no es bueno que el hombre este solo." esta declaración es la razón por la que Dios entonces dijo, le haré ayuda idónea para él" esta conexión lógica revela el punto de vista teológico coherente de que la solución de Dios a la existencia solitaria inaceptable del hombre era la creación de un ayudante idóneo.
Este ejemplo ilustra lo que encontramos una y otra vez en el Antiguo Testamento. Las estructuras teológicas sintéticas o perspectivas teológicas coherentes son reveladas a través de intersecciones de los actos y palabras divinas.
Ahora debemos ir a las estructuras teológicas de nivel medio que caracterizaron períodos de la historia del Antiguo Testamento.
La importancia de los actos y palabras específicas de Dios a menudo se hace más clara cuando ponemos atención a las estructuras teológicas sintéticas que son de complejidad media o moderada. Como hemos visto, los simples actos y palabras de Dios no ocurren en forma aislada unos de otros. Y cabe decir lo mismo de los conjuntos de sus acciones y sus palabras. Esto encaja con otras estructuras lógicas más complejas que caracterizaron el período de historia que tenemos en vista.
Hay muchos tipos de estructuras sintéticas de niveles medios, pero para nuestros propósitos nos enfocaremos sólo en una: Pactos divinos. Primero, definiremos la dinámica lógica de los pactos, y después ilustraremos como esta estructura lógica nos ayuda a comprender la teología de un período de historia. Consideremos primero la dinámica lógica de los pactos.
Desde hace tiempo se reconoce que la fe del Israel del Antiguo Testamento era pactual. El concepto de pacto impregna las Escrituras. Aunque hay muchas cosas que podemos decir acerca de los pactos, simplemente veremos un aspecto de los pactos divinos en el Antiguo Testamento: Como nos ayudan a entender la coherencia de la revelación divina particular.
Aunque cada pacto en el Antiguo Testamento tiene características individuales, todos ellos exhiben una manera lógica de entender tres elementos: benevolencia divina, lealtad humana, y las consecuencias de bendiciones por obediencia y maldiciones por desobediencia. La relación entre Dios y los seres humanos era siempre regulada por conexiones lógicas entre estos tres elementos. Dios mostró benevolencia en la manera de traer gente a una relación con él y mantenerlos en esa relación. Pero en respuesta, se esperaba que los seres humanos mostraran lealtad a Dios guardando sus mandamientos. Adicionalmente, cada pacto en el Antiguo Testamento estableció consecuencias: bendiciones que vendrían a aquellos que fueran obedientes a los mandamientos de Dios, y maldiciones que vendrían a aquellos que fueran desobedientes.
Es muy importante entender que cada momento en la historia del Antiguo Testamento fue regulado por esta estructura lógica pactual. Ellas formaron, por así decirlo, un patrón que nos ayuda a ver la organización subyacente de todos los actos y palabras de revelación de Dios. Algunas veces, las revelaciones de Dios demostraron su benevolencia pactual, su bondad hacia la gente. Otros actos y palabras divinas expresaron la expectativa de Dios de la lealtad humana, las formas en que los seres humanos tenían que responder a sus benevolencias. Y las revelaciones divinas también a menudo llaman la atención a las consecuencias de bendición o maldición. Nuestro conocimiento de la estructura lógica de la teología en cualquier momento en el Antiguo Testamento se basa en gran medida en las formas en que cada rasgo de la revelación divina se encaja con estas estructuras pactuales.
Para ilustrar como trabaja este nivel medio de estructura sintética, observemos más allá en el ejemplo de la creación de Eva en el capítulo 2 Génesis. Ahora, como sabemos, Génesis 2 tomó lugar durante el tiempo del pacto inicial de Dios con Adán. Discutiremos la singularidad de este pacto en nuestra próxima lección. En este momento, sin embargo, simplemente queremos señalar algunas maneras obvias de cómo las estructuras lógicas de la benevolencia divina, la lealtad humana y las consecuencias de las bendiciones y maldiciones aparecen en este pasaje.
En primer lugar, Dios mostró asombrosa benevolencia hacia Adán cuando lo colocó en su jardín en Génesis 2:8. pero nótese también que Dios dio a Adán la responsabilidad de ser leal. Adán tenía "que trabajar y cuidar" del jardín. Las estructuras del pacto que están detrás de este versículo son evidentes. Dios fue bueno con Adán, y en respuesta Adán tenía que trabajar y cuidar del jardín en un servicio leal a Dios.
En segundo lugar, en el versículo 18 Dios mostró más benevolencia hacia Adán, cuando reconoció la condición de Adán y le dijo que le daría una ayuda idónea. En los versículos 19 y 20, Adán comenzó a completar su responsabilidad de lealtad, dándoles nombres a los animales y vio correctamente que ninguno era idóneo para él.
En tercer lugar, en los versículos 21 y 22, vemos las consecuencias de la fidelidad de Adán al dar nombre a los animales y no encontrar ayuda idónea entre los animales: Dios bendijo a Adán con el regalo de Eva, su ayuda idónea. En este pasaje, no hay ninguna amenaza explícita de las consecuencias de la maldición divina, pero si Adán hubiera fallado a cumplir con su responsabilidad, tendríamos mucha razón en creer que Dios no lo hubiera bendecido de esta manera. Este simple ejemplo ilustra cómo los niveles medios de las estructuras sintéticas como los pactos nos ayudan a darle sentido a los particulares actos y palabras de revelación.
Con estos niveles de estructuras sintéticas en mente, debemos voltear nuestra atención al nivel complejo de las estructuras sintéticas.
Cuando hablamos de estructuras teológicas complejas, tenemos en mente marcos o sistemas de teología que son de tan largo alcance que incorporan muchas estructuras de nivel básico y medio, y luego las combinan con otras ideas también. Hay muchos sistemas teológicos complejos en la teología del Antiguo Testamento, pero enfocaremos nuestra atención en uno de los más prominentes: la teología del reino de Dios.
Hay mucho de lo que podríamos decir acerca de este tema, pero en esta lección, bastará con resumir la doctrina del reino de Dios, y después veremos un ejemplo de cómo esto nos ayuda para ver las estructuras teológicas como un segmento de la historia del Antiguo Testamento.
La doctrina del reino de Dios se refiere al plan de Dios para su creación que lo abarca todo. Desde Génesis hasta Apocalipsis, encontramos que la historia se mueve inmutablemente hacia la meta de que Dios reciba honor y alabanza de todas las criaturas estableciendo su reino glorioso en la tierra como es ahora en el cielo. Todas las Escrituras aclaran que Dios ordenó a su imagen, la raza humana, a servir a este fin mediante la preparación de la tierra para su glorioso reino.
Aunque originalmente Dios puso su imagen sólo dentro del santo Jardín de Edén, los seres humanos siempre han sido llamado a extender los límites del Jardín de Dios hasta lo último de la tierra mediante la multiplicación y el dominio en el servicio a Dios. Como leemos en Génesis 1:28:
Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. (Génesis 1:28)
Después de la caída en el pecado, el ser humano necesitaba ser redimido y facultado por Dios para llevar a cabo esta tarea. Sin embargo, aquellos a quienes Dios redimió del pecado son llamados a expandir el reino de Dios mediante la difusión de su redención y gobierno en todas partes.
Tristemente, una y otra vez las Escrituras revelan que el pueblo de Dios falló en esta misión. Pero Dios no se rindió en su plan del reino. Su plan fue finalmente cumplido cuando la segunda persona de la Trinidad se hizo hombre, cuando él vivió una vida perfectamente santa, pagó por los pecados del pueblo de Dios al morir en la cruz, resucitó de la muerte, y recibió su justa recompensa cuando ascendió al cielo. Desde ahí, Jesús reina sobre todo, y él regresará en gloria para hacer todas las cosas nuevas. Cuando Cristo regrese él eliminará la maldad de la tierra y formará los cielos nuevos y la tierra nueva. Y en ese momento, la tierra será llena con imágenes santas redimidas de Dios y Dios el Padre descenderá y llenará toda la tierra con su gloria.
Como leemos en Apocalipsis 21:9-23:
Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, teniendo la gloria de Dios Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. (Apocalipsis 21:9-11, 22-23)
Antes de esta consumación de todas las cosas en el glorioso regreso de Cristo, Dios ha llamado a su pueblo redimido para tomar la causa de propagar su reino. Cada paso que los creyentes del Antiguo Testamento hicieron hacia este fin fue en servicio del plan del gran reino de Dios.
Esta visión bíblica del reino de Dios viniendo a la tierra forma una estructura teológica sintética que lo abarca todo y que nos ayuda a entender las revelaciones de Dios en la historia. El plan de su reino se encuentra al fondo de todo lo que Él hizo y dijo en el Antiguo Testamento. Dios será glorificado por su imagen extendiendo su reino a toda la tierra. Esta estructura teológica sintética nos ayuda a entender la organización lógica de toda la revelación divina en el Antiguo Testamento.
Para ver como esta organización teológica compleja nos ayuda a entender porciones particulares de la historia del Antiguo Testamento más claramente, consideremos una vez más el ejemplo de la creación de Eva en Génesis 2.
Hemos visto que Dios hizo y dijo muchas cosas que lógicamente se intersecan en una variedad de formas. También hemos visto que el arreglo lógico de las dinámicas del pacto llaman la atención al hecho de que Dios mostró mucha benevolencia a Adán, que Él llamó a Adán a la lealtad, que Adán cumplió algunas de sus responsabilidades, y que Adán fue bendecido cuando Dios creó a Eva como su ayuda idónea.
Pero tan útil como sea el ver estas estructuras teológicas, todavía tenemos una pregunta importante. ¿Por qué Dios hizo estas cosas? ¿Cuál era su propósito final? La respuesta a estas preguntas se encuentran en la teología del reino de Dios.
Como hemos dicho, en el principio de Génesis 1, Dios le dio un rol especial a la humanidad en su mundo. Como su imagen, la humanidad fue llamada para ser el instrumento justo mediante el cual el paraíso o el reino de Dios sería propagado a todo el mundo. Pero Adán no podía cumplir su misión de reino por sí solo. Un hombre solitario no podía multiplicarse y dominar sobre toda la tierra. Así que Dios le bendijo más con una ayudante idónea que le facilitaría el cumplir su rol en el reino de Dios. Con Eva al lado de Adán, la imagen de Dios sería capaz de multiplicarse, y avanzar en gran manera para preparar la tierra para el glorioso reinado de Dios. Cuando vemos la creación de Eva en el contexto de esta estructura teológica compleja, podemos ver que su creación fue un paso importante hacia el cambio del mundo entero en el reino de Dios.
Así vemos que los períodos de la historia del Antiguo Testamento reflejan las estructuras teológicas sintéticas en muchos niveles. En un nivel básico, notamos como los actos y las palabras de Dios se intersecan unas con otras. A medida que expandemos nuestro enfoque al nivel medio de las estructuras como los pactos divinos, podemos ver como los grupos de revelaciones de Dios encajan dentro de la lógica de los grandes arreglos teológicos. Y cuando aplicamos niveles más grandes de las estructuras sintéticas, como el reino de Dios, encontramos que la coherencia de la divina revelación se hace aun más clara.
En esta lección hemos explorado como los teólogos bíblicos forman la síntesis sincrónica de la teología del Antiguo Testamento. Notamos que la síntesis sincrónica es la descripción de los actos y las palabras de revelación de Dios durante un período particular en la historia del Antiguo Testamento. También observamos las maneras en que la información histórica puede ser adquirida de diferentes géneros en el Antiguo Testamento. Y vimos como discernir las estructuras teológicas sintéticas de la revelación de Dios en una variedad de niveles durante un período de historia.
El formar la síntesis sincrónica de la teología del Antiguo Testamento es una dimensión fundamental de la teología bíblica. A medida que entendemos lo que Dios reveló a través de sus actos y sus palabras durante un período particular de historia en el Antiguo Testamento, estaremos mejor preparados para explorar como se desarrolla la teología a través de toda la Biblia.